|
Los desafios de la gobenabilidad China y su significado estratégico para Argentina . |
Conferencia brindada por el Dr. Jorge Castro,
Presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico
en la Fundación BankBoston el día 31 de Octubre de 2002 |
En Diciembre de este año, la República Popular China va a cumplir el primer año en la Organización Mundial de Comercio (OMC), es un acontecimiento de extraordinaria importancia, simplemente vinculado a algunos datos que conviene retener al abordar el tema. Es un país de 1.300 millones de habitantes lo que hace que 1 de cada 5 habitantes del planeta sea chino. Es un país que ha crecido, durante más de 20 años, a una tasa anual promedio acumulativa del 10%, es la más alta tasa de crecimiento sostenida desarrollada durante más largo tiempo por ningún otro país en toda la historia del mundo.
Es un país, también, que en el curso de estos 20 años de crecimiento extraordinario, a cuadruplicado el producto bruto, a triplicado el producto bruto interno per cápita y ha logrado, esencialmente en este país, que aparezca este fenómeno extraordinario y es que, en el mundo aumenta la disparidad social, tanto en los países más pobres como en los países más ricos, y también lo mismo ocurre dentro de casi todos los países del mundo, los más avanzados y los más retrasados. Y sin embargo, en los últimos 10 años, el nivel de pobreza de la economía mundial ha disminuido 9 puntos. Ha pasado del 29% de la población mundial que vivía con U$S 1 diario al 20% actual .
La razón fundamental son 280 millones de campesinos chinos que han abandonado la situación de extrema pobreza y se han incorporado plenamente a una economía de mercado, a través del crecimiento fenomenal que ha tenido China a lo largo de 20 años. Sin embargo, si el crecimiento chino y la potencialidad de su mercado de 1.300 millones de habitantes es el dato estratégico fundamental de largo plazo para comprender el significado de China en el contexto mundial, en relación al proceso de globalización y, por lo tanto, en términos de la inserción de China en el mundo. El primer año de activa participación de China en la OMC, y por lo tanto, de plena aceptación de las reglas de juego y de las instituciones del capitalismo globalizado, la característica fundamental que tiene China en este primer año, no se refiere ni al potencial de crecimiento ni a la magnitud de mercado, sino al siguiente dato. En condiciones similares de calificación de las fuerza de trabajo, el costo laboral de China es hoy , es el 3% del costo laboral de una fuerza de trabajo de nivel de calificación semejante en Japón. Y es el 6% de costo laboral en Taiwán y Corea del Sur.
El resultado de este desnivel en la estructura de los costos de la producción de China y la de los otros países del Asia-Pacífico, es que prácticamente la totalidad de las empresas industriales de estos países, cualquiera sea su tamaño, encabezadas por las de Japón, se han volcado a producir en China en los dos últimos años.
Termina el año 2002, y aparece una rareza histórica. China se convierte en el principal país exportador al Japón, ocupa el lugar que ha tenido históricamente los Estados Unidos desde que terminó la ocupación norteamericana en 1954, con motivo de la derrota del Japón en la Segunda Guerra Mundial. Lo que ocurre es que esta conversión de China como principal exportador al Japón, en realidad, lo que esconde es un fenómeno de otra naturaleza ante de lo que pueda caracterizarse tomando en cuenta las categorías tradicionales del comercio internacional. Porque en realidad, lo que está ocurriendo, es una intensificación de la relación en el nivel de producción transnacional entre las empresas japonesas y chinas. Porque son las empresas japonesas que producen en China, las que reexportan parte de su producción al archipiélago, y el resto lo orientan hacia los mercados mundiales.
Más aún, lo que está ocurriendo en Japón a través de la intensificación de su transnacionalización productiva con la República Popular, es una apertura del mercado japonés, como no ha logrado en ningún momento en el transcurso de los 30 años siguientes a la crisis del petróleo de la década del ´70, ni la presión política de los Estados Unidos, ni tampoco las medidas, intimaciones e incluso sanciones de los organismo internacionales de comercio. Lo que está abriendo el mercado japonés es el hecho de que son las propias empresas japonesas que producen en China continental orientada por la fenomenal diferencia en la estructura de costos entre los dos países, las que al reexportar parte de su producción al territorio del archipiélago están aumentando, por primera vez en el transcurso de los últimos 30 años, están aumentando sistemáticamente las importaciones al Japón. En todos los planos, no solo en la industria de alta tecnología, no solo en los sectores industriales, donde existe una diferencia de la magnitud señalada en lo que se refiere a la ventaja comparativa del costo de la fuerza laboral, sino también incluso, en el terreno de los alimentos.
Segundo caso, Taiwán. Los cuatro pequeños dragones del Asia, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Singapur fueron a partir de la década del ´60, extraordinarios polos de producción industrial, que orientando su producción esencialmente al mercado norteamericano y avanzando en la escala de valor industrial hacia producciones tecnológicamente más sofisticadas, se convirtieron en el ejemplo histórico, previo al fenómeno chino, más extraordinario de crecimiento económico sostenido a lo largo del tiempo que se conoce en la historia del mundo después de Japón. Pero lo que ocurre con Taiwán es, que el año pasado, experimentó la primera recesión de su historia desde que se transformó en un sistema político dotado de autonomía, al trasladarse a su territorio las fuerzas del Kuomitang, liderado por Chang Kai-Shek) que había perdido la Guerra Civil en China. Lo que está ocurriendo, en los últimos dos años, es que prácticamente la totalidad de la estructura taiwanesa ante la diferencia, en lo que se refiere al costo de producción, se vuelca aceleradamente hacia la producción en el territorio de China Continental. El resultado es que, prácticamente, la totalidad de la producción de la industria electrónica taiwanesa se produce ya en el territorio continental.
Y lo que aparece en el horizonte es que, en un plazo de 5, 10 o quizás 15 años, Taiwán tienda a convertirse en otro Hong Kong. Es decir, Hong Kong era un centro de producción industrial, hasta que se abrió la economía china a través del vuelco al capitalismo que realiza Deng Xiaoping a partir de 1978, y el resultado es que la industria de Hong Kong para utilizar la ventaja comparativa de la fuerza de trabajo educada, inagotable, estructuralmente barata de China continental, trasladó su producción industrial al continente y se concentró en los servicios. Taiwán avanza aceleradamente hacia el mismo camino.
Esto es, la conversión de esta isla de 22 millones de habitantes en lo que ya es , en los últimos 15 años , la ciudad-estado vuelta a la soberanía china que es Hong Kong, convertida en un sector de servicios y de alta tecnología, además de financiamiento, de marketing y de logística, mientras que, la totalidad de su industria está en China continental, especialmente en el Delta del río Pearl, inmediatamente al norte de la ciudad-estado. Lo que ocurrió con Hong Kong sucede también y aceleradamente con Taiwán. Esto tiene implicancias de todo tipo incluso políticas, porque la integración acelerada por el vuelco de la industria taiwanesa a territorio continental, plantea el problema de la unificación de las dos Chinas, no en términos de si va a ocurrir, sino exclusivamente cuándo va a ocurrir y cuál será la fórmula política de lo que surge inexorablemente de la lógica misma de los acontecimientos.
El dato más importante, de esta diferencia en la estructura de costo de la producción industrial en China y en la del resto de los países de la región, en primer lugar Japón, se revela en dos indicadores fundamentales. La inversión extranjera directa (IED) el flujo fundamental del proceso de globalización de la economía mundial, en término de transnacionalización productiva. El otro, es el aumento del comercio exterior, exportaciones-importaciones de China.
Datos.
El año pasado el comercio internacional de China, importaciones más exportaciones ascendió a U$S 510.000 millones, esto convierte a China en el sexto país comercial del mundo. También la transforma en el país que tiene el mayor superávit comercial, del mundo de hoy, con los Estados Unidos. Más de U$S 60.000 millones de superávit comercial existe a favor de China en la relación bilateral comercial entre los dos países. La razón es relativamente simple, de estos U$S 510.000 millones , más de U$S 300.000 son exportaciones y de este total 41%, el año pasado, fueron al mercado norteamericano. El cálculo que hace tanto el gobierno chino, como los organismos internacionales, el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo, es que con la incorporación de China a la OMC, el comercio internacional va a tener un leve incremento en los dos o tres primeros años y luego va a explotar, utilizando el término explotar de la forma menos metafórica posible.
El cálculo que hacen las autoridades comerciales y políticas de Hong Kong, para los cuales es un tema crucial porque pasa por Hong Kong más del 40% del comercio exterior chino. Es que en un plazo que va de 4 a 7 años esto es llegando al 2010, el comercio internacional chino se duplica, y en ese caso China, de sexta potencia mundial hoy, se convertiría en la segunda potencia comercial después de los Estados Unidos. Las exportaciones y el comercio internacional en China están directamente vinculados con el flujo de inversión extranjera directa (IED). Por años el promedio, sobre todo en la década del noventa y sobre todo a partir de 1995, del total de las exportaciones de la República Popular, que son obras de las empresas transnacionales, se ha mantenido en el nivel de 40-45% hasta llegar, en algunos años, a más del 60% del total. Dicho de otra manera , los actores fundamentales del extraordinario crecimiento , el más rápido del mundo, del comercio internacional chino, son las empresas transnacionales que son los agentes de la globalización. Esto a su vez está vinculado a lo que ha ocurrido con la inversión extranjera directa, porque es este flujo el elemento fundamental que está detrás del boom exportador chino.
Muestra la lógica misma del proceso de acumulación capitalista en las condiciones de la globalización, donde a diferencia de lo que ocurría en la etapa previa a la globalización en le década del ´70, en el que era el comercio el que atraía la inversión, en esta etapa histórica de la inversión capitalista , es la inversión la que atrae el comercio y la que lo multiplica. El año pasado, 2001, las IED que recibió China fueron de U$S 45.000 millones. Esto significa que es el segundo país del mundo en materia de recepción de IED , después de los Estados Unidos, y el primero del mundo emergente. Aún así medido el flujo de IED en relación al producto chino, China no es, si se mide la IED en relación al producto, el país del mundo emergente que atrae más IED , hay al menos 7, 8, 9 países emergentes , sobre todo en el Asia Pacífico que, en relación al producto, atraen más IED que China. Lo que muestra que el potencial de crecimiento de atracción de IED en China está aproximadamente en la mitad de su capacidad. El cálculo que hacen las autoridades del Hong Kong y que coincide con la del gobierno chino es que con la IED va a pasar exactamente lo mismo en los dos tres primeros años del ingreso en la OMC, esto es , terminando ya el período de transición de 5 años que comenzó a correr desde diciembre del año pasado. Y es que manteniéndose en estos dos o tres primeros años en un nivel semejante al de este año , de U$S 50.000 millones de IED, luego lo previsible en la medida de las modificaciones institucionales y del establecimiento del marcado pactado con la OMC y previamente con los Estados Unidos, el cálculo es que hacia el 2010, el monto de IED que va a recibir China , va a ser del orden de los U$S 100.000 millones anuales.
Ahora si estas son las dos coordenadas principales, del comercio internacional y la de la inversión extranjera directa, que surgen del dato estructural que tiene hoy China en relación a la economía mundial en proceso de globalización , que es al diferencia abismal, que a igualdad de calificación de fuerza de trabajo tiene los costos laborales de producción industrial en China con respecto a otros países del Asia Pacífico, sobre todo Japón. Si esto en definitiva es lo que aparece como el código central entre China y el proceso e globalización hoy, incluso más que el potencial de su mercado de 1.300 millones de habitantes. En realidad lo que comienza a ocurrir, es que este fenómeno del vuelco de la inversión extranjera directa de tipo industrial , para producir en China y luego reexportar al mundo, que es el núcleo de la vinculación China- mundo- hoy. No se limita a los países del Asia Pacífico. Este año el cálculo es que China recibe sola aproximadamente el doble del total de la IED que recibe todo el Asia Pacífico. Pero falta agregar algo más, alrededor del 20% de las empresas dedicadas a la maquila en el norte de México , que se crearon para utilizar la ventaja comparativa del menor costo de la fuerza del trabajo en México, y de esa manera producir y exportar a Estados Unidos. Aproximadamente el 20 % de la maquila mexicana ha cerrado , y se ha puesto a producir en China. La razón fundamental es que en la medida del crecimiento económico que experimenta de manera extraordinaria México en su proceso de integración con la economía norteamericana y con el proceso de acumulación estadounidense a través de su incorporación al Nafta en 1994, en la medida de ese incremento , ha aumentado consiguientemente el nivel salarial mexicano . Y de esa manera disminuido estructuralmente su ventaja competitiva frente a la ventaja comparativa china igual que originariamente tenía México de la fuerza de trabajo abundante y barata. Porque el fenómeno que aparece en China y este es el segundo código de comprensión , de la vinculación China -Mundo hoy , es que el fenomenal crecimiento que ha tenido la economía de este país desde 1978 en adelante, al estar acompañado y cruzado con una población de 1300 millones de habitantes de las cuales hay 150 millones que constituyen una masa de trabajo móvil que ha tenido abandonar el agro chino debido al salto de productividad que ha tenido este sector , el resultado , es que no obstante el fenomenal crecimiento económico , es que los niveles salariales promedios en China permanecen estructuralmente bajos . EL crecimiento económico aumenta la capacidad de consumo pero en condiciones de deflación , por eso se produce este fenómeno único en el mundo de hoy en el que el crecimiento surgido de un aumento de la productividad no está acompañado de un aumento salarial consiguiente. Esto es lo que aparece el fenómeno chino los niveles salariales se mantienen estructuralmente bajos no obstante el crecimiento económico. Por eso es que en lo que se refiere estrictamente a China , cuando se hace referencia a la ventaja comparativa de una fuerza de trabajo equiparable en términos de calificación y educación a sus competidores , pero estructuralmente barata y abundante. El término abundante no es suficientemente preciso, en lo que se refiere a China el concepto a menos en términos económicos debería ser inagotable. Por eso es que lo que ocurre es que estos niveles salariales y por lo tanto la estructura de costos de la fuerzas laborales se mantienen estructuralmente baja, no obstante el fenomenal salto de productividad surgido del crecimiento económico y de la inversión extranjera directa.
Continúa
|
Jorge Castro , 17/12/2002 |
|
|