El camino del resurgimiento histórico argentino

 

Viene de
Pero los otros dos países que siguieron a Gran Bretaña en el camino de la industrialización se encontraron en circunstancias completamente distintas, sobre todo Alemania . Por eso es que en Alemania la Revolución Industrial no solo tiene el signo del proteccionismo , sino que tiene el sello del autoritarismo militar , surgido de los -bunkers- prusianos. El que principal actor político de la Revolución Industrial en Alemania no es un liberal, es Bismarck.

En Estados Unidos, la Revolución Industrial tuvo una doble particularidad. En primer lugar, el proteccionismo sistemático para separar la economía norteamericana de la competencia de las exportaciones industriales británicas. En segundo lugar, la Guerra Civil. En toda la historia norteamericana, el único presidente que suspendió el -habeas Corpus-, cerró la prensa opositora, detuvo a sus adversarios sin necesidad de juicio previo y estableció campos de concentración para disidentes políticos fue Abraham Lincoln. Lo hizo en el transcurso y como consecuencia de la Guerra Civil , que posibilitó el despliegue de la Revolución Industrial en los Estados Unidos.

Pero la diferencia entre la globalización como hecho estructural y la globalización como ideología no es simplemente semántica . La razón es simple. La reinserción internacional del país es la principal y abrumadoramente prioritaria necesidad estratégica de la Argentina de hoy. Por eso no se trata del ejercicio infantil o, peor, adolescente de buscar la ocasión para manifestarse a favor o en contra de la globalización . Dice Felipe González que -estar a favor o en contra de la globalización a esta altura es lo mismo que estar a favor o en contra del descubrimiento de América-. La cuestión es cómo actuar dentro de la globalización. Esto implica aprender a jugar con las reglas propias de la época . Decía el general De Gaulle :- la eficacia estratégica requiere, ante todo, amar la época . Amo los caballos y los carruajes , pero este es el mundo de las máquinas-.

Para abreviar, la disyuntiva a la que nos enfrentamos hoy, consiste en elegir entre el camino asiático o la opción africana. Entre la incorporación plena al proceso de globalización o el alejamiento de este proceso estructural. Aquí está la verdadera divisoria de aguas de la política argentina . Porque la política no es cuestión de opinión sino de realidades. En el fondo, lo que opinan sus protagonistas es tan irrelevante como sus intenciones , que son como el pensamiento : no matan. Lo único que mata son las realidades y los hechos.

Existe un consenso generalizado que el gran ganador mundial en el proceso de globalización son los Estados Unidos. Sin embargo, todavía no existe suficiente registro sobre el hecho de que el segundo gran ganador en la era de la globalización es la Republica Popular China. Este año , primer año de China en la OMC , la inversión extranjera directa ascenderá a 50.000 millones de dolares . Desde 1978 , cuand Deng Siao Ping impulsa un drástico giro de 180 grados hacia la economía de mercado y la reinserción internacional del pais, después de la catástrofe de la Revolución Cultural, que ocurrió diez años antes, China cuadruplicó su producto bruto interno y más que triplicó su ingreso real per capita .

Esta es la principal causa, además , lo que ha ocurrido en China, de este fenómeno paradójico que desconcierta al pensamiento progresista, y por supuesto a los medios de comunicación , que se ven obligados a reconocer que en este mundo cada vez más injusto, cada vez más polarizado socialmente , el dato extraordinariamente paradójico en base a esta percepción , es que en el transcurso de la década del noventa la pobreza del mundial ha disminuído casi 10 puntos porcentuales . Al comienzo de la década del noventa el 29 % de la población mundial vivía con menos de U$S 1 por dia , hoy es el 20 %. La razón fundamental es que más de 280 millones de chinos y otro grupo semejante de integrantes de la población de paises del Asia Pacifico volcados a globalización han salido de la pobreza extrema . La incorporación de China a la OMC, que se materializó en diciembre del año pasado en Quatar , en el Golfo Pérsico, tiene hoy una significación histórica similar a la que tuvo en 1989 la caída del Muro de Berlin .

La inteligencia es la capacidad de sorpresa. Nadie puede llegar a comprender nada significativo si no tiene la actitud de sorpresa de un niño, en lo posible mejorada por uno o dos doctorados.... Porque el dato fundamental es que esto ocurrió en diciembre del año pasado. Y lo segundo que está ocurriendo ahora es que la Republica Popular China tiende a atraer mayor inversión extranjera directa que los Estados Unidos.

La estrategia económica definida por la dirección del Partido Comunista Chino se sintetiza con la consigna que va a regir en el 16° Congreso del Partido Comunista que se reune en noviembre de este año : -Seamos globales-.

Los romanos, al contar o relatar la historia de los pueblos , siempre encabezaban sus exposiciones con una frase que en realidad es una consigna . La frase dice así : -Recuerda que de ti estamos hablando-. China no queda en la otra cara de la luna. Estamos hablando de la Argentina y para la Argentina .

China está inexorablemente destinada a ser el principal exportador mundial de alimentos . La Argentina, dentro de los paises productores de alimentos, es el unico que no coloca en el mercado mundial los saldos de la producción que queda después de satisfacer una gigantesca demanda interna . El hecho de que la Argentina tenga tan solo 37 millones de habitantes hace que coloque en el mercado mundial prácticamente la totalidad de la producción , especialmente la producción de granos.

No es verdaderamente extraordinario que esto ocurra. Ya sucedió antes, a fines del siglo XIX y principios del XX, cuando la presencia de la producción agrícola argentina en los mercados mundiales establecía el nivel de los precios agrícolas del mundo entero. Dice Trostky en su libro de memorias, -Mi vida-, que la primera palabra que recuerda de su niñez era Argentina. Su padre era un productor agrícola del sur de Rusia y, por lo tanto, lo que ocurría en Argentina era muy importante, porque establecía cuál era el precios de granos en la cosechas de Rusia y Ucrania .

Pero lo que ocurre es que China no es solo una oportunidad estratégica para la Argentina. Significa tambien una importante lección política . Es el ejemplo histórico de una fuerza política de raíces populares y de hondo signo nacional que fue capaz de encarar sucesivamente dos grandes revoluciones . La primera fue la extraordinaria transformación social, que básicamente consistio en satisfacer los reclamos del campesinado chino, liderada por Mao Tse Tung a partir de 1949. La segunda , treinta años más tarde, fue la modernizacion y la apertura internacional liderada por Deng Xiaoping , quien enterró deliberadamente los antiguos dogmas estatistas con el apotegma de que, como lo verdaderamente importante era el desarrollo de todo el potencial de las fuerzas productivas, la clave no era si el sistema era capitalista o socialista , sino cuál era el sistema económico capaz de desplegar esa potencialidad productiva. Dicho de otra manera, en una imagen de fuerte color que trascendió internacionalmente, -no importa si el gato es blanco o negro , sino que sepa cazar ratones-.

Por supuesto que se trata de un proceso histórico, nunca excepto como tal de marchas y contramarchas , de errores y de horrores. Pero en el transcurso de estos 24 años de reformas y de apertura , el régimen comunista chino continuó en el plano internacional la alianza con los Estados Unidos contra el expansionismo soviético, establecida por Mao con el presidente republicano Richard Nixon.

En todo ese transcurso, el Partido Comunista Chino, tuvo que liderar un fuerte batalla ideológica contra los adversarios del -aggionarmiento- programático, quienes a fines de la decada del sesenta habían impulsado la Revolución Cultural, en la que Deng Siao Ping estuvo preso dos veces y el poder quedó en manos de la denominada -banda de los cuatro-.

En la Argentina, el peronismo también protagonizó una verdadera revolución social, de dimensiones históricas comparables a las de Mao en China , que fue liderada por Peron entre 1945 y 1955, y que transformó para siempre el pais . Pero lo notable es que ese mismo movimiento fue el que puso en marcha una segunda revolucion , esto es una transformación estructural realizada desde arriba, desde el Estado, en base a liderazgo político y una vision estratégica que encabezó Carlos Menem en la decada del noventa , orientando la pujanza y el vigor político de aquella revolucion social de signo nacional hacia la modernizacion económica, la reinserción internacional y un activo protagonismo en el escenario mundial..

Pero esa segunda revolución quedó inconclusa, aproximadamente a mitad de camino. Nada más peligroso para un país que realizar una revolución por mitades. Es mejor completarla o no hacerla , pero dejarla en el medio es tentar a los vientos y a los dioses. Por eso, le toca ahora a la Argentina continuar el ciclo de reformas estructurales iniciado a partir de 1989, en medio del colapso hiperinflacionario y de la desintegración del Estado .

Por eso, la elección interna del justicialismo no es solo para legitimar una candidatura presidencial. Es también, y sobre todo, la forma de resolver prácticamente, a traves de las urnas , esa batalla exitosa que libró el Partido Comunista Chino y que todavía está pendiente en el peronismo. La consigna central de -seamos globales- que preside las deliberaciones del 16° Congreso del Partido Comunista Chino tiene plena vigencia para el peronismo y para la Argentina de hoy.

La primera conclusión , siempre con carácter aproximativo, es la absoluta falacia de los planteos ideológicos, producto del malhumor intelectual de la pequeño burguesía pseudopensante, acerca de que la globalización de la economia mundial acrecienta la distancia entre el mundo emergente y los países menos desarrollados . Los números , los duros hechos , cargados de doctrina, demuestran exactamente lo contrario. Muy por el contrario, los hechos revelan que, no analizando caso por caso , sino en términos de la tendencia general de la época , la distancia tiende a achicarse.

La segunda conclusión que pudiera establecerse es que, dentro del mundo emergente, existe una regla que tiende a adquirir un carácter general y es que los países más asociados a la dinámica global crecen mucho más rapidamente que los que permanecen en un mayor aislamiento relativo. Este es el caso del Asia Pacifico, que concentra la mayor parte del flujo de inversión extranjera directa hacia el mundo del desarrollo. En América Latina , las experiencias más exitosas son las de México y Chile.

Pero la prueba más contundente de esa regla económica de la era de la globalización es la corta experiencia actual y reciente de la Argentina. En la decada del noventa , en el marco de una política orientada hacia la mayor inserción en economía mundial, el país tuvo un crecimiento económico superior al 50%, que fue una cifra de expansión más elevada de los últimos setenta años. Pero este año 2002, tras el aislamiento y externo en que se encuentra la Argentina, provocado por el efecto acumulativo de la depresión estructural que tiene el pais y la crisis de confianza generada con el gobierno de la Alianza, el default declarado en diciembre por el efímero presidente de siete dias , Adolfo Rodríguez Saa, y devaluación y la pesificacion forzada decidida en enero de este año por el actual presidente Eduardo Duhalde, la Argentina sufre una caída del producto bruto interno cercana al 16%.

No hace falta ninguna teorización. La realidad es la única verdad . Y en el diagnóstico, como siempre, está implícita la respuesta. La Argentina tiene ante si el desafio de reconstruir el poder político . Y ese poder político en la Argentina requiere la reconstrucción del liderazgo de la única fuerza política que queda en pie después del colapso del gobierno de la Alianza, que ha logrado hacer desaparecer como actor político electoral a una fuerza histórica como es la Union Cívica Radical.

En la Argentina si hay poder político, y cuando lo hay, es porque el poder político surge , se genera, en el plano del proceso político o, dicho de otra manera, en la construcción deliberada del poder . En las actuales circunstancias, esto implica, ante todo, una elección de orden general de carácter nacional, precedida por una elección interna dentro del justicialismo, donde se dirime no solo la candidatura a la Presidencia de la Nación , sino algo históricamente más importante, dada las condiciones de crisis que vive el pais , que es el liderazgo político del peronismo y, por ende, de la Argentina.
Jorge Castro , 28/10/2002

 

 

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