América Latina y la economía mundial.
China es crucial

 


El superávit comercial chino en julio del 2006 ascendió a 14.600 millones de dólares; es el más alto nivel de exportaciones mensuales de un país en la toda la historia del capitalismo, desde la Revolución Industrial en adelante.
El resultado es que el superávit acumulado en los primeros 6 meses del año asciende a 61.500 millones de dólares, 55% superior al del mismo periodo del año pasado. Así, el comercio internacional chino (exportaciones más importaciones) superaría ampliamente el billón de dólares en el 2006, y alcanzaría 1.6/1.7 billones de dólares.
El superávit comercial chino crece en la segunda mitad del año; y ascendería a 150.000 millones de dólares al terminar el 2006: 50.000 millones de dólares más que el año pasado, que, a su vez, fue tres veces superior al del año previo.

La razón del crecimiento exponencial de las exportaciones chinas es de carácter estructural, no cíclico. Más del 60% de las exportaciones son obra de las empresas trasnacionales, que producen y venden a sus asociadas o afiliadas de todo el mundo dentro de las cadenas globales de producción.

El auge de las exportaciones chinas, no es otra cosa más que el despliegue de la transnacionalización productiva, núcleo de la globalización, en la Republica Popular.

Las reservas del Banco Central ascendieron en junio a 941.000 millones de dólares, con un crecimiento de 115.000 millones sólo en el primer trimestre del año. Al finalizar el 2006, las reservas superarán el billón de dólares, las más elevadas del mundo.

La expansión de la economía china sería del 10.4% en el año, según el Banco Mundial (World Bank Office, Beijing, “Quarterly Update”, Agosto del 2006). Es el resultado de un segundo trimestre donde el crecimiento fue 11.3%, el mayor nivel en 10 años (1996).

El crecimiento chino es obra de la inversión y el comercio internacional; y la primera representa el 40% del producto bruto. Este nivel de inversión es financiado por la propia tasa de ganancia de las empresas, tanto nacionales como transnacionales. Las ganancias crecieron 28% en el primer semestre del 2006, 9 puntos porcentuales más que en igual periodo del año pasado.

El comercio internacional chino, que hoy es el tercero en el mundo, tras Estados Unidos y Alemania, pero que será el primero en el 2010, es lo explica el boom del intercambio entre la Republica Popular y América Latina. La participación de América Latina en el total de las importaciones chinas fue 2% en 1990, y alcanzó 4% en el 2004, mientras que las exportaciones chinas a la región pasaron del 1% a 3% en ese periodo.

Brasil es el país latinoamericano que más exporta a China; y, no obstante, sus exportaciones representan sólo el 1% del total de las importaciones de la Republica Popular.

“Los últimos tres años son los mejores en la historia de América Latina en tres décadas; y una de las razones fundamentales de este auge es la demanda china de commodities”, sostiene Jorge I. Domínguez en “China´s Relations With Latin America: Shared Gains, Asymmetric Hopes”, Interamerican Dialogue, Junio del 2006.

China importa poco petróleo de América Latina. El principal exportador latinoamericano es Venezuela; y el porcentaje venezolano de las importaciones petroleras chinas fue sólo 1.1% del total en el 2004.

Es distinto el caso del cobre y la soja. Las exportaciones chilenas de cobre representan un quinto del total de las importaciones chinas. Chile es relevante para la provisión de este metal estratégico. El acuerdo de libre comercio China/Chile es el primero que la Republica Popular ha firmado fuera de Asia.

China importa sólo 5% de los alimentos que consume, pero lo hace fundamentalmente de la Argentina y Brasil, que le venden más de un tercio de sus importaciones agrícolas. La Argentina vende 15% del total y Brasil 14%. De ese 15% que vende la Argentina, más de la mitad es soja; y en el caso de Brasil es el 30%.

En las importaciones chinas de alimentos, la soja es crucial. El complejo oleaginoso (porotos de soja, harina y aceites) representa 78% del total de las exportaciones argentinas. Un 30% de la soja que consume China proviene de la Argentina.

Para los tres países de América del Sur que son grandes exportadores de commodities (Brasil, Argentina y Chile), el mercado mundial es ante todo el mercado mundial de commodities; y en los últimos 15 años, éste mudo de naturaleza: China es el principal consumidor mundial en 4 de las 5 principales materias primas. El resultado es que el mercado mundial de commodities está ahora unido al ciclo económico chino-asiático, y no al norteamericano, como sucedió desde la Segunda Guerra Mundial hasta 1991. Luego, para los países de América del Sur, el vínculo con China es sinónimo de globalización en esta primera parte del siglo XXI. Es algo semejante a lo que sucedió con Gran Bretaña en los últimos 30 años del siglo XIX, sólo que esta vez se trata de una región que es la mitad de la población del mundo y que crece dos veces por encima del promedio mundial.

Publicado en el DIARIO PERFIL el 20/8/06
Jorge Castro , 22/08/2006

 

 

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