Argentina negoció con Bolivia desde la debilidad
Argentina marcha hacia la dependencia energética

 


En el contexto de suba de los precios internacionales de los combustibles, la caída de la producción local de hidrocarburos y la ausencia de inversiones en energías sustitutivas, la Argentina negoció el precio del gas con Bolivia en una situación de extrema debilidad, Esto provocó que debiera aceptar un valor que es un 50% mayor de lo que paga Brasil, más del doble de lo que abona Chile por las exportaciones de gas argentino y el triple de lo que reciben los productores locales.
El acuerdo prevé, además, que el valor del gas, será fijado, a partir de 2007, mediante una fórmula de ajuste que deberá tener en cuenta la evolución de los precios internacionales.
Argentina se compromete a destinar el gas boliviano a satisfacer la demanda interna y a no aumentar sus exportaciones a terceros países, lo que afecta a Chile, Uruguay y Brasil.
La mayoría de los países del mundo están adoptando enérgicas políticas para reducir su dependencia del petróleo y gas importados, y sustituir el consumo de combustibles fósiles por otros tipos de energía.

El presidente Lula de Brasil anunció recientemente que su país será dentro de 20 o 30 años la potencia energética más grande del planeta, porque, además de haber alcanzado el autoabastecimiento petrolero, producirá dentro de 2 años la mayor parte del gas que consume y es el mayor productor mundial de etanol.

La producción mundial de etanol alcanzó 30 millones de m3 en el 2005. Brasil produce el 59 % del total. Hasta hace un mes el biodiesel se producía a partir de aceites vegetales de soja, colza u otros, en plantas especialmente construidas a ese efecto. Petrobras anunció recientemente que había desarrollado un nuevo sistema de transformación de aceites vegetales en biodiesel, denominado "H_Bio", que no requiere nuevas instalaciones, sino que utilizará las refinerías de petróleo existentes.

Además, el plan energético brasilero prioriza la generación de energía eléctrica mediante centrales hidráulicas.

La declinación de nuestra producción

En la Argentina, la producción de petróleo cayó 19% entre 1998 y 2005, y las reservas resultan inferiores a 10 años de consumo. Además, en 2005, cayó la producción de gas natural 1,4% y, si continúa esta tendencia, se acentuarán las restricciones al suministro. El horizonte de reservas disminuyó drásticamente en los últimos 15 años reduciéndose desde más de 30 años a 13,50. Esto ocurre mientras vastas partes de su territorio, que cuentan con cuencas sedimentarias aptas para albergar hidrocarburos, no fueron aún exploradas.

Hace años que no se construye en la Argentina ninguna gran Central Hidroeléctrica, desaprovechándose el inmenso potencial energético de sus ríos.

El riesgo de perder el tren

Pese al enorme potencial agrícola de su territorio la producción de etanol, en Argentina, es de escasos 159.000 m3, ubicándose en el 17° lugar mundial.

De continuar esta tendencia, además de importar gas, Argentina se convertirá en un importador neto y creciente de petróleo a partir del 2008. La producción de energía depende de dos factores, recursos naturales e inversión. Argentina cuenta con abundantes recursos naturales. Sólo una pequeña fracción de su territorio fue explorado en búsqueda de hidrocarburos.

Existen en Argentina más de 15 posibles aprovechamientos hidráulicos con un costo de producción de energía eléctrica menor que las de una central térmica funcionando con gas importado.

La inmensa riqueza agrícola de nuestro país puede usarse no sólo para producir alimentos, sino también para biocombustibles.

Para explotar estos inmensos recursos naturales se requiere inversión.

Argentina necesita realizar un importante plan de inversiones en el sector energético incluyendo la exploración en búsqueda de hidrocarburos para aumentar el horizonte de reservas y tareas de explotación para revertir la tendencia declinante de la producción de petróleo y gas.

Es necesario encarar rápidamente obras hidroeléctricas, cuyos costos de energía serán más económicos que los de las centrales térmicas funcionando con combustible importado. La provincialización de la propiedad de los hidrocarburos establecida en la reforma constitucional de 1994 y la importancia que adquirieron los temas vinculados al medio ambiente, cuya autoridad de aplicación también es ejercida por los gobiernos provinciales hace indispensable un esfuerzo coordinado entre la Nación y las Provincias.

Solamente definiendo un Plan Energético y reestableciendo para el sector un Marco Jurídico estable, Argentina podrá agregar fuertes inversiones a sus recursos naturales obteniendo, de esta forma, la energía que necesita para crecer, y evitando verse obligada a importar gas al triple del precio que actualmente reciben los productores locales.
Publicado en EL TRIBUNO de Salta el 2/7/06
Alejandro Albanese , 07/03/2006

 

 

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