Nueva caída en los mercados bursátiles.
Ganancias record en EEUU

 


Esta semana, nuevamente, los mercados bursátiles del mundo entero fueron recorridos por una aguda volatilidad. El NIKKEI de Tokio se derrumbó 14.2%, el FTSE Eurofirst/300 cayó 9.2% y el Down Jones en Wal Street bajó 5.4%.
La percepción común fue, otra vez, que los mercados eran recorridos por una ola de temor al aumento de la inflación en los EEUU, que arrastraría un incremento de sus tasas de interés, frenándose, así, el crecimiento de la mayor economía del mundo y, por extensión, la de la economía mundial.
El hecho es que las tasas de interés de corto plazo de los mercados de futuros no se han modificado desde el mes de abril, esto es, antes de que los mercados se volcaran al ser atravesados por la volatilidad, lo que indica que los inversores no han revisado sus expectativas en previsión de una política monetaria más exigente con mayores tasas de interés.

Más aún, los rendimientos de los títulos del Tesoro norteamericano a 10 años cayeron en este periodo. Pasaron de 5.13% el 9 de mayo a 4.985% en la actualidad. Cuando los rendimientos de los títulos del Tesoro caen, es que la demanda por ellos aumenta. Y lo mismo ha ocurrido con los bonos de Alemania y de Japón. Aumenta, en suma, la demanda global por títulos a 10 años.

Por último, el precio del oro, refugio histórico contra la inflación, ha caído en el mercado internacional 11.6% desde mayo.

Según el Bank of International Settlement (BIS), Banco de Basilea, el banco central de los bancos centrales, la caída generalizada de la bolsas mundiales no se debe a la preocupación por el aumento de la inflación global; ni tampoco a los temores sobre un supuesto freno de la economía mundial.

“No hay ningún cambio en el valor intrínseco de los activos en el último mes”, dice el BIS. “No hay un replanteo sobre el valor de lo “fundamentals” (inflación, crecimiento global, comercio internacional), sino un debilitamiento del apetito de los inversores por el riesgo, un aumento de la aversión. El resultado es una relocalización de los portafolios en favor de instrumentos muy seguros, como los bonos gubernamentales de los EEUU.”

El crecimiento de la aversión al riesgo, contenido fundamental de la volatilidad de las últimas tres semanas, es consecuencia de una percepción de mayor incertidumbre, resultado, a su vez, de la aceleración de la globalización.

Este es el cuarto año de expansión de la economía mundial, que crecería 5% en el 2006. Sería el cuarto año de crecimiento consecutivo a una tasa anual promedio del 5%. Es el nivel más alto de expansión de los últimos 30 años; y esto sucede cuando todas las regiones del mundo crecen al mismo tiempo sin excepción. El FMI estima que esta expansión generalizada, con este nivel de crecimiento, continuará otro año, o más; y prevé una tasa de 4.9% para el 2007.

La incertidumbre que acosa a los mercados no surge de una duda metafísica sobre la capacidad de la economía mundial para continuar expandiéndose a este ritmo durante más tiempo. La cuestión es si la oferta mundial está en condiciones de satisfacerla, cuando la capacidad instalada utilizada (“output gap”) en EEUU está prácticamente cubierta, y la demanda interna, ante todo el consumo individual, crece al doble que el PBI.

El valor de las acciones de las empresas estadounidenses cae en Wall Street, pero su nivel de ganancias es record histórico; y esto ocurre en el quinto año de expansión de la economía estadounidense. Usualmente, la tasa de ganancia aumenta en la primera fase de un ciclo expansivo (uno o dos años), no en el quinto.

La tasa de ganancia representa hoy en EEUU 12.2% del PBI, y era 7% a mediados del 2001. Significa que las ganancias han crecido 123% en este periodo. Pasaron de 714.5 billones de dólares en el 2001 a 1.595,4 billones en el 2006. Es el mayor nivel de crecimiento de las ganancias desde la Segunda Guerra Mundial.

Este excepcional boom es incluso superior al de la segunda mitad de la década del 90; en ese periodo, las ganancias aumentaron 90%. Ahora 123%.

Los costos laborales unitarios norteamericanos crecieron solo 0.3% anual desde el 2001; y los costos laborales representan el 70% de los gastos empresarios.

Nivel record de ganancias y drástica disminución de los costos laborales; ambos fenómenos responden a una sola causa: el boom de productividad estadounidense. Desde el 2001, la productividad en EEUU crece 3.5% anual.

El sector de la economía norteamericana donde las ganancias han crecido más en estos cinco años es la industria, a pesar (o gracias) al extraordinario aumento de la competencia por la globalización (China) y la desregulación generalizada.

La cuestión de si la economía estadounidense puede satisfacer el incremento de la demanda mundial tiene en su tasa de ganancia la respuesta, consecuencia, a su vez, del excepcional aumento de la productividad.

El indicador crucial en la acumulación capitalista, que todo lo decide, es la tasa de ganancia. De ella depende el proceso de reproducción ampliada, el aumento de la oferta.
Jorge Castro , 20/06/2006

 

 

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