La prioridad de la central Garabí XXI

 


En el seminario organizado por la Cámara de Empresarios Argentinos de la Energía, realizado en el Hotel Alvear el 10 de abril, el ministro Julio de Vido anunció que se dará prioridad al proyecto de la Central Hidroeléctrica Garabí, emprendimiento binacional sobre el Río Uruguay, compartido con Brasil. En los ’90 la Argentina contó con gas a bajo costo, lo que motivó que se priorizara la construcción de centrales térmicas. El incremento de los precios mundiales de los combustibles y la reducción de las reservas de gas, provocó la reactivación de los proyectos hidroeléctricos.
El proyecto Garabí XXI, compuesto por las centrales hidroeléctricas Garabí y Santa María, generará 7.600 GWh/año.
Para generar una cantidad de energía semejante, una central térmica de ciclo combinado, con un rendimiento de 6.900 btu/Kwh, requiere 52.440.000 MMBtu de gas por año.

Para estimar cual será el costo de esta cantidad de gas, hay que tener en cuenta que Garabí puede comenzar a generar energía en 7 años y continuará produciendo electricidad por más de cuatro décadas. Santa María comenzará a generar en 12 años.

La Argentina tiene reservas probadas de gas para 13,50 años. Esto implica que, durante la explotación de las obras Garabí y Santa María, será importadora neta de gas natural.

El precio al que este gas se importará tenderá, previsiblemente, a un valor semejante al precio internacional de intercambio marítimo, que se realiza en forma de Liquid Natural Gas (LNG). Chile ya está construyendo una terminal portuaria apta para recibir LNG de Medio Oriente, Australia y también de América Latina.

EE.UU. importó LNG en el 2005, a 6 u$s /MMBtu en el verano y a 12 u$s /MMBtu en invierno.

Luego, si bien la Argentina importa gas desde Bolivia a 2,30 u$s /MMBtu, se estima que el precio del gas natural, durante el período de operación de las centrales Garabí y Santa María, puede estar por encima de 5 u$s /MMBTU y ,por lo tanto, el costo del gas que ahorrará la obra es mayor a u$s 262.200.000 por año.

El costo de construcción estimado de Garabí XXI es de u$s 1.800 millones y debido a que el costo de operación de una central hidroeléctrica es comparativamente muy reducido, es razonable prever que la inversión se recuperará en menos de 10 años.

El ministro De Vido anunció también que se definirá próximamente cuál será el nivel del futuro embalse.

Una correcta definición del nivel del futuro embalse es crítica. Un embalse de nivel muy alto generará mayor cantidad de energía eléctrica, a costa de provocar un fuerte impacto ambiental debido a la inundación de las márgenes. Por el contrario, un embalse de nivel muy bajo provocará un mínimo impacto ambiental, pero generará una menor cantidad de energía lo cual puede provocar que el proyecto no resulte rentable.

El caso Yaciretá

Un ejemplo de la importancia de la definición de la cota de embalse es la Central Hidráulica Yacyretá, proyectada originalmente a cota 83m sobre el nivel del mar; por problemas ambientales funciona a cota 76m, lo que provoca que la generación de energía eléctrica sea el 60% de la prevista originalmente.

En el marco del Convenio para el Estudio del Tramo Limítrofe del Río Uruguay entre Argentina y Brasil de 1972, Agua y Energía Eléctrica de Argentina y Eletrobras de Brasil finalizaron, en el año 1989, el proyecto básico de la Central Hidráulica Garabí, previendo el coronamiento de la presa a cota 94m, con un salto de 35 metros, una capacidad instalada de 1.800 MW y una generación de energía media anual de 6.000 GWh por año. Este proyecto inunda 81.000 hectáreas, provocando un fuerte impacto ambiental. En el 2003 se optimizaron los proyectos sobre el río Uruguay en términos ambientales. El nuevo proyecto denominado Garabí XXI, con cota de coronamiento de presa 85m y cota de operación normal del embalse74 m, presenta una caída de agua de 17,50 m y un área permanente inundada de 20.000 hectáreas, la cuarta parte del proyecto original. Para completar el aprovechamiento del tramo se agregó el proyecto Santa María, a la altura de la localidad de ese nombre de la provincia de Misiones, que presenta una caída de agua de 17,50 m. Por eso, el Proyecto Garabí XXI no se concibe como una obra aislada, como fueron Salto Grande y Yacyretá, sino como un conjunto de obras que se desarrollarán en la misma zona una tras otra. De esta forma es posible maximizar el uso de mano de obra local, pues los costos de su capacitación se amortizarán en varias obras. En la ejecución del emprendimiento se reforzará la infraestructura de la zona. Las viviendas de los técnicos y profesionales que van a ejecutar las obras serán construidas en las localidades cercanas. Terminados los trabajos, éstas edificaciones serán recicladas para su uso posterior. Se prevé un parque industrial donde las empresas interesadas en radicarse en la zona recibirán un predio con la infraestructura correspondiente. Se construirán estaciones de piscicultura y se promoverá la forestación de las márgenes del futuro embalse.

A fin de refirmar el carácter prioritario de la obra, se debe definir rápidamente la cota del futuro embalse, buscando una solución que sea ambiental y financieramente sustentable, pues ya existen empresas de nivel mundial interesadas en financiar el emprendimiento.
Alejandro Albanese , 05/07/575

 

 

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