Estrategia de Seguridad Nacional
Estados Unidos insiste en reestructurar el mundo.

 


“Estados Unidos está en guerra. Esta es una Estrategia de Seguridad Nacional de tiempos de guerra”, dice The National Security Strategy of United States de marzo del 2006. Así se reformula la estrategia de seguridad de EEUU, la segunda revisión después del 11/9 del 2001, profundizando lo señalado en la Estrategia de Seguridad de septiembre del 2002.
La Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) de marzo del 2006 tiene dos prioridades. En primer lugar, combatir y ganar la “larga guerra global contra el terror”, desatada a partir del 11/9. Luego, reestructurar el mundo, sobre todo Medio Oriente, de acuerdo a los valores e intereses de los EEUU. “El avance de la libertad en el mundo –sostiene- hará a los EEUU más seguro”.

La enseñanza que extrajo EEUU del 11/9 fue que, en adelante, no puede garantizar su seguridad interior más que estableciendo en el mundo un sistema semejante al norteamericano en términos de valores e intereses. La ESN, en síntesis, es una estrategia destinada a ganar una larga guerra global, bipolar y asimétrica, que se extenderá por años, quizás por décadas, y también un plan maestro, destinado a reestructurar el sistema de poder mundial.

Esta versión de la ESN ratifica y amplia la categorías principales de la originaria (septiembre del 2002). Afirma que la mayor amenaza que enfrenta EEUU surge del cruce del terrorismo transnacional con las armas de destrucción masiva. El tiempo no corre a favor de la superpotencia, sino en contra. Por eso, cuando mayor es la amenaza, mayor es el riesgo de la inacción.

La ESN sostiene que la disuasión ha perdido significado frente al adversario del 11/9.

Lo decisivo en esta larga guerra global, como en todas, es lo político y no lo militar. La clave es llegar a los sectores populares que las redes terroristas quieren explotar (“los propios creyentes del Islam”). Por eso, “continuaremos apoyando las reformas políticas que le otorguen un poder creciente al pueblo musulmán para practicar y interpretar su Fé. El trabajo político más vital debe ser hecho dentro del propio mundo islámico, y Jordania, Marruecos e Indonesia comenzaron hacer importantes avances en este sentido.”

El supuesto básico de la ESN, es que la solución de largo plazo para el terrorismo transnacional es el avance de la libertad y la dignidad humana en todo el mundo y, en primer lugar, en Medio Oriente. Es una idea asombrosamente norteamericana que muestra, en definitiva, que EEUU no es un país determinado por fronteras geográficas, sino, ante todo, una civilización, fundada en un sistema de instituciones y en un credo democrático. “EEUU no tiene una ideología; es una ideología”, dijo Winston Churchill. La idea de que EEUU es una civilización que se propone como respuesta a la crisis del mundo, es el núcleo y la esencia profunda de la cultura cívica norteamericana; es el corazón del excepcionalismo de los EEUU.

Cuatro pasos son necesarios para crear el tiempo y el espacio que permitan la solución de largo plazo. Prevenir los ataques de las redes terroristas antes de que ocurran. Luego, negar el acceso a las armas de destrucción masiva a los “Rogue States”, y sus aliados terroristas. En tercer lugar, negar a los grupos terroristas el respaldo y santuario de los “Rogue States” (Siria e Irán). Por ultimo, negar a los terroristas el control de cualquier país que puedan utilizar como base de operaciones. Por eso, la línea principal del frente en la larga guerra está hoy en Irak y Afganistán. Irak es el frente principal; tiene un significado semejante al de Afganistán, sólo que en el corazón de una región vital en términos geopolíticos. La derrota de los EEUU en Irak (una posibilidad abierta), conseguiría imponer en la opinión pública mundial la certidumbre de que el sentido de la historia favorece a sus adversarios.

La reestructuración del mundo de acuerdo a los valores e intereses de EEUU, depende de la incorporación de la totalidad de los países significativos al proceso de globalización. Para eso, la cuestión fundamental es el despliegue de los mecanismos institucionales del nuevo mecanismo de acumulación: los acuerdos de libre comercio. Hasta 1994, EEUU firmó 4 acuerdos de libre comercio. Desde el 2001, concluyó acuerdos con 14 países en 5 continentes y está negociando tratados adicionales con otros 11 países, que espera completar en los próximos 2 años. Aspira a crear una zona de libre comercio en Medio Oriente para el 2013, que incorpore a la región a lo que denomina “ciclo expansivo de oportunidades”. Cerró, por último, un acuerdo de libre comercio con Singapur e inició negociaciones con Tailandia y Malasia. En el 2005, finalmente, entró en vigor el acuerdo con Australia, mientras continúa promoviendo un acuerdo–marco con los países de África. En el hemisferio, estableció acuerdos con Colombia, Perú y Chile. El tratado con América Central (CAFTA) ya ha sido presentado al Congreso para su aprobación.

Esta larga guerra tiene dos antagonistas, pero tres participantes: los adversarios son EEUU y el fundamentalismo islámico volcado al terrorismo (Al-Qaeda); el tercero es la opinión pública. Y la suerte de esta Estrategia de Seguridad y, en definitiva de la contienda, la decide esta última.

Publicado en el diario PERFIL el 26/3/2006
Jorge Castro , 27/03/2006

 

 

Inicio Arriba