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Industria sin obreros: 5% de la fuerza laboral de EE.UU es industrial . |
El crecimiento de la productividad en Estados Unidos es extraordinario. La productividad del sector no agrícola ha crecido a una tasa anual de 4.2% desde el ciclo económico anterior al primer trimestre del 2001, periodo que incluye tanto recesión como recuperación. Esto significa que el aumento, a partir de entonces, ha sido 1,2 puntos porcentuales superior al ya elevado 3% de incremento que experimentó entre 1995 y el 2001.
Además, este crecimiento excepcional de la productividad después del 2000 ocurrió a pesar del freno de la inversión, tanto en bienes de capital convencionales como de tecnología de la información (IT), que provocó el estallido de la burbuja bursátil de ese año (NASDAQ) y la posterior recesión del 2001.
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En estas condiciones, es que la economía de los Estados Unidos crece sostenidamente desde mediados del 2003, a una tasa promedio del 4% anual.
En los ciclos expansivos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, 11 trimestres después de comenzada la expansión, la productividad estaba usualmente 8.5% por encima del punto inicial del ciclo; esta vez, en un período semejante, se encuentra 12% por encima de ese punto. Actualmente, el porcentaje del ingreso nacional que corresponde a la ganancia del capital es 10.9%; en las décadas del 80 y 90 fue, en promedio, 9.3%. Es el mayor nivel de rentabilidad del capital de los últimos 70 años, resultado directo del aumento de la productividad.
Entre el primer shock petrolero de 1973 y 1995, la productividad estadounidense creció 1,4% anual promedio. En ese período, el nivel de vida (ingreso per cápita medido por la capacidad de compra), se duplicaba cada 50 años; ahora se necesitan sólo 20. En una generación, en síntesis, la duplicación del nivel de vida se redujo 30 años.
La aceleración inicial de la productividad después de 1995, cuando prácticamente se duplicó en un año (pasó de 1.4% anual a casi 3%), se debió, fundamentalmente, a la tecnología de la información (IT) -mayor productividad de las empresas IT y también mayor inversión en tecnología de la información en toda la economía-; hoy la productividad crece en muchos otros sectores, primordialmente en los servicios financieros y de distribución (Retail/Wall-Mart). Por primera vez en la historia norteamericana la productividad del sector servicios es mayor que la de la industria. Es una novedad cualitativa en la historia de la acumulación capitalista mundial.
El resultado de este cambio estructural es que el actual ciclo expansivo estadounidense, como el que emergió en 1991, es distinto a cualquiera de los que se desplegaron desde 1945 en adelante.
El boom de productividad de los EEUU tiene lugar en el contexto de una economía y una sociedad que experimentan hondas transformaciones, probablemente como su consecuencia directa. Según la OCDE (2005), menos del 10% de los trabajadores de Estados Unidos están hoy empleados en la industria (son 14 millones de una fuerza laboral total de 147); en 1960 eran el 25%. En términos estrictos, los trabajadores de la industria son sólo el 5% de la fuerza laboral (7 millones de personas); el 5% restante trabaja en el diseño, en la distribución y en las finanzas de la industria.
La disminución de la fuerza de trabajo industrial se acelera desde 1996. Desde entonces, ha caído 25%. Paradójicamente, la notable caída del número de obreros industriales está acompañada por un aumento incesante del producto bruto industrial; desde 1991, el PBI industrial crece 4% anual promedio, más que el PBI norteamericano. Son estas las condiciones que han transformado a los Estados Unidos en el principal productor manufacturero del mundo.
La industria china produce 700 billones de dólares de bienes manufacturados; es la mitad de la producción de Estados Unidos. China tiene hoy 6 veces más trabajadores industriales que EEUU, pero producen la mitad que el 5% de la fuerza laboral norteamericana.
Lo notable de la aceleración de la productividad de Estados Unidos es que su fuente no es el “capital hundido” en bienes y equipos de la información; ni tampoco el crecimiento de la productividad del sector de productos de tecnología de la información (IT), sino que proviene, casi en un 60%, del aumento de la productividad de la totalidad de los factores (PTF); en otros términos, de la innovación, la constante reorganización empresaria y, fundamentalmente, de la intensificación de la competencia nacional e internacional.
La clave, en definitiva, del incremento de la productividad estadounidense no se encuentra en el aspecto tecnológico, ni tampoco en el mayor nivel de inversión sino, fundamentalmente, en el hecho de que Estados Unidos tiene hoy la economía más competitiva, flexible y abierta del mundo.
Presidente. Instituto de Planeamiento Estratégico
Referencias:
-OCDE, Economic Survey of the United States, 2005.
-Glenn Hubbard, “Productivity in the XXI Century”, American Enterprise Institute, Washington, 10/23/2002.
Publicado en EL CRONISTA el 27/1/2006
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Jorge Castro , 27/01/2006 |
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