La ejemplaridad chilena .

 


Chile y la República Popular China acordaron el viernes 28 de octubre del 2005 firmar antes de fin de año un acuerdo de libre comercio que entrará en vigencia el 1 de octubre del 2006. Este acuerdo es el primero que China realiza con un país situado fuera de Asia, y es también el primero que lleva a cabo con uno de occidente.
Con la entrada en vigencia de este acuerdo, el 92% de las exportaciones trasandinas ingresarán al mercado chino exentas de tarifas aduaneras. Entre los productos eximidos del pago de aranceles, que ingresan a China con arancel cero, están en primer lugar el cobre y las hortalizas. El próximo paso, señaló Ignacio Walker, es lograr que el acuerdo se extienda a las inversiones y los servicios, lo que tendría lugar, probablemente, el próximo año.
El intercambio comercial entre Chile y China alcanza en la actualidad los 6000 millones de dólares, de los cuales 4000 millones corresponden a exportaciones chilenas y 2000 millones a productos chinos importados por Chile.

La conversión de China en el principal consumidor mundial de commodities (es el primer consumidor en cuatro de los cinco productos primarios de mayor demanda), ha llevado el precio del cobre a niveles record; y el cobre es de lejos el mayor producto de exportación chileno. El complejo estatal chileno que controla la comercialización del cobre, CODELCO, aumentó sus ganancias 41% en los primeros 9 meses de este año, y alcanzó los 3400 millones de dólares. A su vez, ingresarán a Chile sin abonar tarifas y con arancel cero, productos chinos como automóviles, computadoras, bienes de capital y televisores.

Este será el décimo acuerdo de libre comercio que tiene Chile. Se suma a la serie de tratados que suscribió con EEUU, la Unión Europea, México, Canadá, Corea del Sur, Centroamérica, Nueva Zelanda, Singapur y Brunei. Al mismo tiempo, Chile ha iniciado negociaciones con Japón y la India para establecer sendos tratados de libre comercio, probablemente en el primer semestre del 2006.

Chile, en síntesis, con poco más de 15 millones de habitantes, tiene acuerdos de libre comercio con las dos principales economías del mundo actual, protagonistas centrales de la globalización. En primer lugar, EEUU, desde el 1° de enero del 2004, y ahora, a partir de diciembre, la República Popular. También tiene un acuerdo de libre comercio con la UE, con su mercado de 486 millones de habitantes.

Chile ha sido en los últimos 20 años la gran excepción de América Latina. En esa etapa creció a un promedio del 7% anual, mientras la región lo hacía, en su conjunto, 2.6%. Entre 1985 y el 2002, Chile casi triplicó su PBI per capita, y pasó de 3400 dólares en 1985 a 9820 en el 2002. Los datos macroeconómicos de excepción han sido acompañados por una extraordinaria mejora de los indicadores sociales. El porcentaje de la población bajo la línea de pobreza (menos de dos dólares diarios) era del 18% en 1981, y cayó al 9% en el 2001. La población sumergida en la indigencia (menos de 1 dólar diario) era 6% en 1990 y en el 2000 fue 1%.

Chile tiene la economía más abierta de América Latina. En el 2003, su arancel promedio era 2.9, mientras que el general era 6%. Por último, su comercio internacional (exportaciones más importaciones) representa hoy 70% del PBI.

Chile posee, además, el Estado más reducido de América Latina. El gasto publico representa sólo el 20% del PBI y es significativamente menor al resto de la región; y es inferior también al de las economías del mundo entero con un nivel de ingreso per capita similar. Por su parte, sus indicadores de gobernabilidad (estabilidad política, eficacia del Estado, niveles de corrupción) son equiparables a los países de la OCDE. En Chile, los indicadores de gobernabilidad son de 81 puntos, mientras que en los países de la OCDE alcanzan a 91. Los indicadores de gobernabilidad latinoamericanos están 25 puntos por debajo de los chilenos (61/84).

Chile crecerá 5.5% en el 2005. Se ha recuperado de los tres años de bajo crecimiento (3% promedio) posteriores a la crisis del 2001. Si mantiene una tasa semejante a la de este año durante la próxima década, que es dos puntos inferior a la que tuvo en los 20 años previos a la crisis del 2001 (7%), tendrá un ingreso per capita semejante al de los países de menores ingresos de la UE actual (Portugal y Grecia).

Dice el presidente Ricardo Lagos (socialista): “el desafió que tenemos por delante consiste en profundizar aún más nuestra inserción activa en la economía globalizada (…) Chile comenzó sus reformas pioneras en los años 70 y 80 para integrarse a la economía mundial (…) la globalización no es sólo una bandera de los sectores de más altos recursos o de los empresarios en nuestras sociedades; es también una aspiración de las comunidades y de los movimientos más pobres (…) la idea de avanzar hacia un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), propuesta en la primera Cumbre de las Américas en 1994 y lanzada formalmente en la segunda Cumbre del 1998 en Santiago, abre más posibilidades y genera aún más interés. El ALCA se irá configurando sobre la base de acuerdos subregionales y bilaterales a fin de ampliar y profundizar la integración económica del hemisferio.”

Chile comenzó sus “reformas pioneras” en la década del 70 y las mantuvo y profundizó obstinadamente a través de los tres gobiernos sucesivos de centro-izquierda de la “Concertación Democrática” (1989-2005). Ahora, tras crecer 18 años continuados sobre 22 a una tasa significativamente superior a la de América Latina y lograr acuerdos de libre comercio con los dos países fundamentales del proceso de globalización –EEUU y China-, esta nación de poco más de 15 millones de habitantes, dotada de una “loca geografía”, que se extiende a lo largo de 4000 kilómetros y que en ningún lado tiene más de 400 km de ancho, hoy, 30 años después, se ha integrado plenamente a la económica mundial, y es uno de sus protagonistas más significativos y ejemplares.

Artículo publicado en el Diario PERFIL
Jorge Castro , 07/11/2005

 

 

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