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Turquía, eje estratégico de Europa. |
La decisión de los 25 países de la Unión Europea (UE) de iniciar negociaciones con Turquía para su incorporación como miembro pleno es, seguramente, la medida más importante en términos estratégicos tomada por la confederación desde su fundación en 1958.
El producto per cápita turco es un tercio o menos del promedio de los 15 países de la UE, antes de su ampliación en mayo del 2004. A su vez, el nivel de ingreso real per capita del occidente de Turquía (Estambul, Ankara), es cinco o seis veces superior al de la parte oriental. Sin embargo, el ingreso real de la población turca no es muy distante del que tienen los países de Europa Oriental incorporados en el 2004, y es el mismo, aproximadamente, que el de Rumania y Bulgaria, que ingresan en el 2007 y que son sus vecinos inmediatos en el continente europeo.
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El PBI turco creció el año pasado más del 8%, luego de que la economía se hundiera 7% en febrero del 2001, en un verdadero colapso económico, político, monetario y financiero, con un derrumbe del producto arrastrado por una devaluación de la moneda (Lira Turca) de más del 40%; mientras las tasas de interés trepaban a un nivel superior al 7500% anual. El rasgo característico de la economía turca en los 10 años previos al colapso del 2001, fue que, junto a altas tasas de crecimiento económico tuvo ondas recesiones y graves crisis financieras (más de 5% de crecimiento algunos años y, luego, hundimiento del PBI de 5% o más).
Por eso, su recuperación posterior al colapso del 2001 ha sido extraordinariamente rápida, fundada en un superávit fiscal primario que, en el 2004, alcanzó 6.5% del PBI. Al mismo tiempo, el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogam y del canciller Abdullah Gul, comenzó a desmantelar el sistema de control de precios vigente desde la Segunda Guerra Mundial y a recortar en gran escala los subsidios agrícolas, que pasaron de 6000 millones de dólares anuales a menos de 1500 millones. También lanzó un drástico programa de privatizaciones de empresas estatales (refinerías, teléfonos y empresas petroquímicas, entre otras). Todo esto como parte del acuerdo con el FMI, firmado por el gobierno anterior, que mantuvo y profundizó. El respaldo del Fondo en el momento de la crisis, había significado un aporte de 19.000 millones de dólares, y fue continuado luego por otro, también de carácter estructural, por 10.000 millones. A eso se debió que, a pesar de la crisis del 2001, el país no entrara en default de su deuda publica, un hecho esencial desde el punto de vista de su inserción internacional.
La economía turca ha crecido en los últimos tres años 25% del PBI (6% en el 2002 y en el 2003, y 7.5% en el 2004). El incremento no ha sido meramente cuantitativo; la tasa de crecimiento de la productividad ha aumentado de un promedio de 3.8% anual en la década del 90 hasta alcanzar el notable nivel de 10% por año en los últimos tres, según Morgan & Stanley. La previsión de los organismos internacionales en el 2005 es que el PBI trepará hasta un 10%.
Turquía es miembro fundador de la OTAN; y en el transcurso de los 40 años de Guerra Fría ocupó una posición secundaria en el enfrentamiento Este y Oeste. Hoy, por el contrario, se ha convertido en el país estratégicamente más importante de la OTAN en relación a las nuevas amenazas y al tipo de conflicto surgido en el mundo desde el 11 de septiembre del 2001 (terrorismo, crimen organizado, migraciones masivas ilegales, luchas étnicas, extremismo religioso, y proliferación de armas destrucción masiva); en este aspecto, Turquía cumple ahora un papel semejante por lo decisivo al que tuvo Alemania Federal en la Guerra Fría, cuando la RFA fue eje y centro del enfrentamiento entre las superpotencias.
Turquía es fronteriza con Medio Oriente (Irak y Siria), y también con los países del Caucaso (Azerbaiján, Georgia y Armenia), hondamente inestables. Por su frontera norte, pasan los oleoductos que llevan el petróleo ruso y del Caucaso a Europa. En su frontera sur –Irak- se despliega hoy el eje del conflicto global y asimétrico entre EEUU y Al Qaeda.
El premier Recep Erdogam es el líder del partido islamista AKP (Justicia y Desarrollo); en esta condición es que, tras triunfar en las elecciones generales del 2002, el gobierno de Erdogam ha mantenido y profundizado el acuerdo con el FMI y las políticas europeístas que vienen de Kemal Ataturk o antes, buscando deliberadamente salir del aislamiento y participar activamente en la política regional y mundial. Esto último en obvia referencia a la acción conjunta con los EEUU.
Jack Straw, secretario del Foreign Office, definió así a Turquía el pasado 3 de octubre: “país europeo y secular, capaz de reformarse rápidamente a sí mismo, con una mayoría de población musulmana que quiere integrarse a la Unión Europea”. El acuerdo entre Turquía y la Unión Europea del 3 de octubre es parte de una “larga marcha”: en 1963, Turquía y la CE firmaron un acuerdo de asociación aun vigente; en 1987, el gobierno de Ankara presentó su candidatura como miembro pleno de la CE; en 1995 se formalizo la unión aduanera; y en 1999, la UE le reconoció categoría de aspirante a miembro pleno de la Unión; finalmente, el 3 de octubre del 2005 comenzaron las negociaciones de adhesión. Cuando estas negociaciones culminen, si es que ocurre y en ningún caso antes del 2015, Turquía, que hoy tiene 70 millones de habitantes (69.669.559), tendrá una población de 82 millones y se convertirá así en el país más poblado de Europa, por encima de Alemania.
La larga historia de Turquía, en especial en el critico siglo 20, la ha llevado a incorporar a su cultura nacional la certidumbre de que el poder militar es esencial para la salvación del país. Sus fuerzas armadas tienen una larga experiencia de más de 20 años en una guerra interna que las enfrentó a la organización guerrillera de la minoría kurda (AKK), enfrentamiento mas grave que el originado por la ETA en España y el IRA en el Ulster. Hoy, las fuerzas de combate turca participan, y han participado, junto a EEUU y la OTAN en Somalia, Bosnia, Kosovo y Afganistán. También, seguramente, las fuerzas armadas turcas poseen la mayor experiencia de combate del mundo contemporáneo, junto con las de EEUU, el Reino Unido y Francia.
En la semana del 3 de octubre, más de 4000 jóvenes africanos tomaron por asalto las alambradas que separan a Melilla y Ceuta de Marruecos. Lo hicieron con un solo objetivo: Europa. La población africana en el 2005 es de 905 millones de habitantes; en el 2030 será 1463 millones; en el 2050, se habrá más que duplicado: ascenderá a casi 2000 millones de habitantes (1936 millones). La tasa de crecimiento poblacional del África subsahariana es 2.3/2.8% anual. La tasa de crecimiento de la población europea es ampliamente negativa (-0.5/-0.7%). Lo que sucede con el África negra también ocurre con el Magreb y el mundo árabe.
Aquí esta el punto de equilibrio - o de ruptura- de dos mundos. Entre ambos, y como parte de los dos, se encuentra Turquía. País miembro de la OTAN, candidato a integrar la UE.
Publicado en el Diario Perfil . |
Jorge Castro , 12/10/2005 |
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