Entre los medios de comunicación formadores de opinión a escala global, la cobertura que realiza el "Financial Times" de Londres sobre la crisis argentina es, sin dudas, la más detallada y, también, la más analítica. |
Los diarios y los canales de TV argentinos han inaugurado, durante las últimas semanas, una nueva sección destinada a mostrar la repercusión periodística en medios del exterior de la grave crisis que atraviesa nuestro país. Según el estilo propio de cada uno de ellos, detallaron rosarios de terribles titulares de la prensa mundial, mostraron escenas tomadas de la TV de otros países sobre los hechos acaecidos en la Argentina o reprodujeron comentarios completos desarrollados previamente en diarios o revistas del exterior.
Agenda Estratégica, en cambio, sólo considera importante apenas ejemplificar - a través de un puñado de citas - por qué la cobertura del "Financial Times" de Londres sobre la crisis nacional se destaca las de ese reducido pelotón de medios de comunicación con alcance de influencia planetario que integra: crónica, análisis bajo diversidad de miradas, comentarios y editoriales.
El día 22
Durante el sábado 22 de diciembre, el sitio en Internet del "Financial Times" desplegó once artículos completos referidos a la situación en Argentina, más del doble que el del medio de ese grupo de elite que lo seguía. Una breve revisión de ellos nos permitirá conocer la interpretación de los hechos realizada en el segundo centro internacional financiero del planeta y, al mismo tiempo, ahuyentar ciertas visiones paranoicas que se desarrollan con facilidad en nuestro país - en forma espontánea o respaldada por los intereses de sectores que creen poder hacer retroceder la historia - que, si se impusieran, solamente favorecerán esas tendencias aislacionistas que - lo sepan o no - sólo podrán gestar para la Argentina un destino de anomia y marginalidad en la escena internacional.
El nuevo líder de la Argentina promete un plan para la economía
En esta crónica se cita el discurso de asunción del cargo del presidente Adolfo Rodríguez Sáa. "Debemos pensar una nueva política económica. El país ha terminado una etapa y comienza una nueva fase". Pero los comentarios recogidos por los corresponsales del diario inglés en Buenos Aires los llevan también a afirmar: "Los analistas piensan que probablemente el país abandonará su sistema de 'convertibilidad' de la moneda, que mantiene al peso fijo en la relación uno a uno con el dólar estadounidense". "'La devaluación aparece como una conclusión inevitable y un cese total de los pagos de la deuda por un largo período parece ahora inevitable' dijo Neil Dougall, economista para América Latina en Dresdner Kleinwort Wasserstein".
Más adelante, el artículo señala: "En un inusual comunicado conjunto, los Estados Unidos, Canadá y México - asociados en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica - expresaron su preocupación y urgieron a los líderes de la Argentina a trabajar en conjunto en un plan para restaurar 'el crecimiento sostenible y la prosperidad'. Pero los Estados Unidos dijeron que no habrá nueva ayuda disponible que prolongue los dos auxilios de emergencia (bailout) del Fondo Monetario Internacional. El presidente George W. Bush urgió al país a aplicar medidas de austeridad supervisadas por el FMI, diciendo que ello podría desbloquear una reasunción de la ayuda bajo los acuerdos de préstamo existentes".
La inestabilidad nació de la persecución de la estabilidad
Bajo este título se despliega el análisis de Avinash Persaud, jefe de Investigación Global de State Street Corporation - una firma líder en la custodia de títulos a nivel mundial -, quien compara la situación en la Argentina con la devaluación del 40 % que sufrió el rand sudafricano desde julio pasado: "Estas economías emergentes siguieron la clase de objetivos macroeconómicos que son más comunes en las economías industriales. Esta virtud ha sido dolorosamente no recompensada. La estabilidad macroeconómica y la liberalización del mercado no probaron ser catalizadores del crecimiento o faros para la inversión extranjera. En el largo plazo, la ausencia de crecimiento hace a casi cualquier política insostenible".
Esta situación se ha reflejado en los flujos de capital. Según los datos de custodia de State Street, en 1996 el 90 % de los países emergentes recibieron flujos de capital, pero sólo el 20 % de ellos lo lograron también en el año 2000. Es que, según Persaud, hay un "problema sistémico" que podríamos ubicar entre las denominadas "reformas de segunda generación": "Aún cuando se haya alcanzado la estabilidad macroeconómica - afirma -, las inversiones en los mercados emergentes todavía conllevan riesgos sustanciales relacionados con la protección legal (enforcement) de los derechos de propiedad, la estabilidad política y de las políticas y aun de la seguridad".
Los tres ingredientes claves del crecimiento en nuestros tiempos son, para el también analista visitante del FMI, "el conocimiento, la conectividad interna y la orientación externa y derechos de propiedad estables y transparentes".
Los inversores temen la aparición de las palabras con "D"
Los corresponsales del F.T. en Buenos Aires afirman que "devaluación y default podrían ser, ambos, partes de los planes económicos del nuevo gobierno peronista". En esta nota, atribuyen al economista peronista Jorge Remes Lenicov estar desarrollando la idea de la "pesificación" (a la que describen como la conversión a pesos de todos los activos y pasivos financieros denominados en dólares), que, afirman, también contaría con el apoyo de José Manuel de la Sota, el gobernador de la provincia de Córdoba.
En la noche londinense del viernes 21 (19 GMT), describieron la otra posición en juego como "la introducción de una nueva moneda flotante similar a los bonos ya emitidos por un número de provincias, que podría eventualmente reemplazar al dólar". Un abogado de este enfoque sería, según los periodistas del F.T., el gobernador de Buenos Aires Carlos Ruckauf. Como otras opciones bajo análisis enumeran también la expansión de la emisión en pesos, la emisión de nuevos bonos denominados en pesos y la imposición de un impuesto de emergencia sobre las ganancias.
Los mismos periodistas firman un detallado "racconto" de la política económica que desarrolló De la Rúa a lo largo de los dos años de su mandato trunco bajo el título "El Presidente que caminó vacilando desde el fracaso al desastre".
No habrá auxilio sin plan de reforma, dicen los Estados Unidos
Al rato, desde Washington, otro hombre del F.T. anunciaba que "tanto la Administración Bush como el Fondo Monetario Internacional indicaron el viernes que el nuevo gobierno de la Argentina debería mostrar planes de reformas sustanciales antes de que fuera considerada una ayuda externa". También señalaron que el vocero de Bush Ari Fleischer dijo que "el presidente creía que había poca evidencia de contagio en la región y urgió al gobierno argentino a trabajar con el FMI para implementar 'políticas competentes'".
"Adicionalmente, el FMI dijo que trabajaría en forma conjunta con el nuevo gobierno, pero añadió que era tarea de la administración entrante 'llegar a un programa económico que sea sustentable' antes de que aparezca la ayuda". "El problema fue creado en la Argentina - cita palabras de Morris Goldstein, un especialista en crisis financieras internacionales del Institute of International Economics - y debería ser solucionado en la Argentina".
No obstante, el hombre del F.T. en la capital estadounidense pone en boca de otros "expertos" la calificación de "política inconsistente" a la realizada por la Casa Blanca y el Tesoro frente a la crisis argentina. Uno de ellos la definió de esta forma: "Odio los auxilios de emergencia ('bailout'); aquí hay un auxilio de emergencia". También citó al economista Charles Calomiris, de la Universidad de Columbia: "El secretario del Tesoro de los Estados Unidos no quería tener una catástrofe o un 'bailout', entonces simplemente lo postergaron. La demora en la reestructuración de la deuda - agregó - excavó el agujero más profundo y más profundo, hasta que hubo sangre en las calles".
Los mercados ven a la Argentina como un desastre localizado
Por su parte, para el editor de Economía del "Financial Times" Ed Crooks "mientras la Argentina se deslizaba aún más hacia el caos el viernes, el claro veredicto de los mercados de cambios y de bonos fue de que era un desastre localizado, con muy pocas implicaciones generales". Estas salvedades están dirigidas, en su opinión, acerca del futuro de otros sistemas de cambio fijo, aunque destaca que la situación en Hong Kong (que utiliza un sistema monetario basado en una caja de conversión) es fundamentalmente diferente, ya que esa parte de China exporta a los Estados Unidos el 28 % de su producto bruto interno, mientras que la Argentina enviaba a ese mercado sólo el 1 % de su PBI.
Otra cobertura del F.T., que lleva por título "Los inversores muestran resolución frente a la crisis", resalta cuestiones similares: "El único hecho sorprendente en los mercados emergentes el viernes fue su ecuanimidad frente al desenlace de la crisis política y financiera en la Argentina...Los inversores han aprendido a diferenciar entre los diferentes países. Después de Argentina, no deberíamos hablar más de los mercados emergentes como un grupo, dijo Jerome Booth, jefe de investigación en el fondo de mercados emergentes Ashmore Investment Management". Aunque Joyce Chang, a cargo de las investigaciones sobre mercados emergentes en J.P. Morgan es más prudente: "El contagio aún puede desarrollarse a través del impacto de la devaluación en Argentina sobre Brasil".
También el F.T. se ocupa en otro artículo del impacto en el mismo Reino Unido: "Sir Edward George, gobernador del Banco de Inglaterra, dijo que el sistema bancario británico estaba en condiciones de manejar cualquier pérdida derivada de los 'write-offs' de sus préstamos a la Argentina. El Banco de Inglaterra publicó cifras que muestran que el financiamiento de los bancos británicos a la Argentina representa sólo alrededor del 1 % de sus préstamos internacionales totales al cierre del año pasado, comparado con casi el 12 % de los bancos españoles. A comienzos de mes, el Banco de Inglaterra calculó que las pérdidas esperadas de los bancos británicos sobre sus préstamos a la Argentina - la exposición multiplicada por el riesgo esperado de default - eran de aproximadamente 1.350 millones de dólares".
El caso extremo podría ser el HSBC, que declaró en agosto que su exposición total en la Argentina era de 4.900 millones de dólares, aún inferior a sus ganancias de 5.400 millones de dólares realizadas solamente en la primera mitad del año. La Confederación de la Industria Británica también dijo que la crisis no era una preocupación significativa para los fabricantes británicos.
La devaluación del peso golpeará a las multinacionales
"La amenaza de devaluación en Argentina levantó nuevos temores sobre la exposición de los grupos industriales, particularmente entre los inversores españoles, los fabricantes de automóviles y los proveedores de energía", describieron reporteros del F.T.. Con más de 30.000 millones de dólares invertidos en el país - alrededor del 10 % del PBI argentino - las compañías españolas son las principales inversoras extranjeras: Repsol-YPF, Telefónica de España, Endesa y Aguas de Barcelona, entre otras. El 70 % del ingreso neto de Repsol es generado en la Argentina y la firma ha dicho que un 20 % de devaluación podría costarle el 3 % de ese ingreso neto.
Por su parte, agrega la nota, "las automotrices líderes, incluyendo Fiat, PSA Peugeot Citroen y Renault, están reestructurando sus operaciones argentinas y despidiendo a varios miles de trabajadores, en medio de una demanda en caída". DRI-Wefa, una pronosticadora del sector, cree que las ventas caerán más del 40 % este año, a alrededor de 180.000 vehículos.
Finalmente, los editoriales
Una columna diaria denominada "Lex" (ley, en latín) dijo que "el mundo hizo un mejor trabajo de previsión sobre la debacle de Argentina que sus infortunados ciudadanos...Las lecciones desde México, el sudeste de Asia y Rusia han sido bien aprendidas".
"Las companías industriales globales - agrega Lex - enfrentan una economía dirigiéndose a una profunda declinación, con una devaluación que cobrará un peaje extra sobre sus beneficios. Pero es un mercado pequeño, cerrado".
El principal comentario editorial de esa fecha llevó por título "La Navidad infeliz de Argentina": "No se necesitaba gran sabiduría para deducir que una recesión sinfín, un desempleo del 18 % y tasas reales de interés a niveles estratosféricos se sumaran para un colapso. Esto debería haber sido así en cualquier parte. En un país tan volátil como éste, era una certidumbre".
"Para la misma Argentina, finaliza, la necesidad ahora es reconfigurar sus políticas y reestructurar la deuda sin retroceder al caos político y monetario de finales de los 80". |
Luis Candurra , 27/12/2001 |
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