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El doble mensaje del brutal atentado |
El terrorismo tuvo en la mira y disparó contra los aliados de los EE.UU. Primero fue España y ahora Gran Bretaña.
El gobierno de Tony Blair ha sido el principal aliado de George W. Bush en la lucha contra el fundamentalismo y acompañó con sus tropas las incursiones en Afganistán e Irak.
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Pero el duro golpe dado esta mañana en el corazón financiero de Londres, tuvo un mensaje más allá de la cantidad de víctimas: muy cerca de allí se reúnen los líderes del G-8 con George W. Bush a la cabeza.
La seguridad se había extremado en las últimas horas para recibir a los líderes del mundo, y Al Qaeda elige ese lugar y este momento para que el mensaje llegue a todo el planeta. Es el desafío de poder atacar incluso ante las condiciones de seguridad más extremas.
En este tipo de ataques existen tres protagonistas centrales:
a- Los terroristas que ejecutan los atentados
b- Los países que se ven afectados por los ataques
c- La opinión pública.
Es precisamente esta última la que ha tomado protagonismo en los últimos años y donde los fundamentalistas han centrado buena parte de su estrategia. La intención es paralizar y generar terror en la población para que presionen a sus gobiernos.
En el atentado perpetrado en Madrid, el clamor posterior de los españoles fue el retiro de tropas de Irak. Más allá de que ese 11 de marzo cambió el resultado de las elecciones y permitió al PSOE recuperar el poder, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero dio marcha atrás en el respaldo previo que España había tenido con los EE.UU. y ordenó el retorno de los soldados españoles.
Ahora habrá que dejar pasar las horas para ver la reacción de los ingleses ante este ataque.
Tony Blair decidió, inmediatamente, abandonar la Cumbre en Escocia y estar en Londres al frente de la crisis, en un gesto de autoridad y liderazgo que podría fortalecerlo, a pesar de que su última elección marcó un piso en su respaldo público.
Pero los ingleses saldrán airosos con su particular estilo. Aprovecharán incluso su sensacional sentido del humor para afrontar este mal momento, de la misma manera que lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial.
Artículo publicado en InfoBae el 7/7/05
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Jorge Castro , 07/07/2005 |
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