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Compitiéndo por la nueva Asia |
El sábado 9 de abril algunos centenares de jóvenes chinos rompieron a pedradas las ventanas de la embajada de Japón en Beijing, después que 10.000 personas marcharan por las calles llamando a un boicot contra los productos de origen japonés, según informó The Washington Post. El mismo diario había publicado el día anterior que el presidente George W. Bush decidió que Estados Unidos y China iniciarían reuniones regulares de alto nivel sobre temas políticos, de seguridad y, posiblemente, económicos (encabezadas por Robert Zoellick, el subsecretario del Departamento de Estado y un viceministro de relaciones exteriores chino). |
Pocos días después, en The New York Times del martes 12 puede leerse que la India y la China acordaron poner fin a sus disputas territoriales, que en 1962 llevaron a ambas naciones a la guerra. Es que el juego diplomático más importante e interesante que hoy está en desarrollo se localiza en Asia. Allí, conforme al análisis que Martin Walker – el editor en jefe de la agencia United Press International – publicó en The Globalist, China, Japón, Corea del Sur, Malasia y otras naciones asiáticas están comprometidas en una batalla acerca del futuro rol de los Estados Unidos en Asia
Quizás sea duro para los occidentales reconocer que la mayor disputa diplomática del mundo no tiene nada que ver con Medio Oriente, Europa o las Naciones Unidas, ni siquiera con la elección del próximo Papa. En cambio, es una lucha diplomática que tiene lugar entre asiáticos.
China, Japón, Corea del Sur, Malasia y otras naciones de ese continente están tratando de decidir si el futuro sistema económico y de seguridad de ese espacio estará reservado sólo a los asiáticos o si los norteamericanos participarán en él.
Esta es la forma en que la cuestión es presentada por los chinos, que dicen que los estadounidenses no deberían tener lugar en una asociación exclusivamente asiática. Los japoneses, en el otro extremo, a quienes no les atrae la perspectiva de un sistema asiático dominado por China, están decididos a que Estados Unidos continúen comprometidos en Asia, para proveer un contrapeso frente a Beijing.
Hay varias sub-disputas comprendidas en el proceso, de las cuales la más importante es acerca de la India y su rol potencial como un poder que equilibre al de China. Un segundo frente es el ferviente deseo de Japón de transformarse en un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un proyecto que puede ser bloqueado por el veto de China.
Temor a la dominación china
China quiere que en la primera Cumbre del Este de Asia – que se realizará en Kuala Lumpur en noviembre de 2005, como la ceremonia inaugural del nuevo sistema regional – participen los diez países de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste de Asia) más China, Japón y Corea del Sur.
Pero esto excluiría a la India y virtualmente garantizaría el predominio chino. Por lo tanto, Japón y varios miembros cautelosos de la ASEAN están insistiendo en que India tome parte en el proceso. Japón también quiere que sean incluidas Australia y Nueva Zelandia, argumentando que cuanto más abierta sea la organización es menos posible que se transforme en un vehículo de la influencia china. Singapur e Indonesia coinciden ampliamente.
Expectativas de una nueva Comunidad del Este de Asia
En un discurso sobre las perspectivas de una nueva Comunidad del Este de Asia, el ministro de Relaciones de Japón Nobutaka Machimura dijo que “India debería ser bienvenida y Australia también. Estados Unidos también debería ser bienvenido como observador. La organización debería ser una comunidad abierta”. Machimura también sugirió que debería contemplarse incluso un rol para Rusia.
Hasta el momento, las discusiones son corteses y de un razonable buen tono. Los principales temas en cuestión, al menos en la superficie, son los vínculos comerciales y los tratados de libre comercio. Otro debate importante es la necesidad de Asia de desarrollar una institución económica regional, que sea contraparte de la Unión Europea o del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
Pero, sin embargo, debajo de la superficie, está comenzando a emerger la silueta del Gran Juego del Siglo XXI: la lucha que se desatará por el liderazgo en Asia.
Aquí hay algunos extraños ecos de las tensiones en Europa. China, en cierto modo como Francia en la Unión Europea, quiere una esfera asiática de definición estricta, en la cual la riesgosa influencia del predominio de Estados Unidos pueda ser excluida. Japón, como Gran Bretaña en la UE, está decidido a mantener el sistema libre y abierto, y con un lugar privilegiado para su esencial aliado norteamericano.
Vecinos nerviosos
Después de su experiencia con los europeos, Washington permanece vigilante contra los nuevos agrupamientos regionales que deliberadamente excluyan a los Estados Unidos. En consecuencia, sus diplomáticos se han puesto en guardia para prevenir la formación de un bloque económico centrado en China, cuyo rápido ascenso económico y fortalecimiento militar están poniendo nerviosos a sus vecinos asiáticos.
Propuestas para la Cumbre del Este de Asia
El concepto de una institución regional asiática no es nuevo – comenzando con políticas de comercio y economía, pero luego madurando hacia cuestiones más profundas como la seguridad.
El sueño de una Conferencia Económica del Esta de Asia del ex primer ministro de Malasia Mahathir Mohamad fue bloqueado por los Estados Unidos hace una década, y Malasia está nuevamente en la vanguardia del nuevo proyecto.
Las nuevas propuestas para una Cumbre del Este de Asia fueron lanzadas en la última reunión de la ASEAN, en octubre del año pasado en Vientiane, Laos. Y Malasia ofreció Kuala Lumpur como sede para noviembre próximo, y luego ser huésped del secretariado permanente.
China ya está realizando lobby para recibir a la segunda reunión, lo que podría ubicar a Beijing en el corazón del proceso de integración de Asia del Este.
¿Una nueva Asia?
Hay un impetuoso discurso de la presidenta de Filipinas Gloria Arroyo acerca de “una nueva Asia” que incluye a los miembros de la ASEAN, y a India, China, Japón y Corea del Sur. Ella visualiza en esta “nueva Asia” la capacidad para sostener sus intereses en negociaciones futuras con los Estados Unidos, la Unión Europea u otros bloques económicos que puedan surgir en América Latina o Medio Oriente. El primer ministro de Malasia Abdullah Ahmad Badawi habla de “el monumental salto adelante de Asia”.
Identidad e intereses
Esto es prematuro. Por un lado, aún hay muchos diferendos no resueltos entre China y Japón. Y hay quienes sospechan que, al menos que Japón anteponga su identidad e intereses asiáticos a su alianza estratégica con los Estados Unidos, puede ser una batalla que Japón está sentenciado a perder.
Un Japón que sea visto como un aliado incondicional de Estados Unidos en Asia – así como el Reino Unido fue visto como el Caballo de Troya de América en Europa – tendría problemas para establecer sus credenciales para ser un líder en el proceso de integración de Asia.
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Luis Candurra , 18/04/2005 |
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