China y su economía de mercado.

 


Desde el vuelco al capitalismo, en 1978, el crecimiento promedio anual acumulativo de la economía china es del 9,4%. China es la segunda economía del mundo con un PBI de seis trillones de dólares (US$ 4.800 per cápita). De enero a junio de este año, se instalaron más de 14.000 nuevas empresas extranjeras, un 17,46% más que el año anterior. Las inversiones extranjeras ascendieron, en lo que va de 2004, a 47.001 millones de dólares, un 53,96% por encima de igual período de 2003.
A fin de junio, las empresas extranjeras instaladas en el país eran 479.605, con 521.088 millones de dólares de inversiones directas efectivamente realizadas. Estos logros excepcionales reflejan la adopción acelerada de los estándares de una economía capitalista de mercado.

China ha disminuido drásticamente sus aranceles a las importaciones a partir del ingreso a la OMC (diciembre de 2001). En la actualidad es el país emergente más abierto. Redujo su arancel promedio a las importaciones del 41% en 1994 al 12% en 2004. En julio de este año entró en vigor la nueva ley de comercio exterior, que establece que individuos y empresas, nacionales y extranjeros indistintamente, podrán participar en negocios de importación y exportación, sin requerir aprobación previa del gobierno.

La economía china no es de tipo mercantilista, volcada a las exportaciones y cerrada a las importaciones (a diferencia de Japón y de los llamados cuatro pequeños dragones). Su comercio exterior crece diez veces más que el comercio mundial. Pero China no es sólo un gigantesco exportador (258.000 millones de dólares en lo que va de 2004), sino que sus importaciones crecen por encima de sus exportaciones , y este año lo harán el 43%. Aunque el superávit comercial con Estados Unidos en 2003 fue de 124.000 millones de dólares, tiene déficit comercial con toda la región: 15.000 millones de dólares con Japón, 23.000 millones con Corea del Sur y 40.000 con Taiwán.

Las exportaciones chinas son realizadas primordialmente por empresas transnacionales (ETN) instaladas en el país. Las exportaciones de las ETN representaron el 55% del total en 2003. Las ventas externas de equipos, bienes de capital y productos electrónicos realizadas por ellas representan entre el 70% y el 90% del total, según el tipo de bien exportado. En el momento de mayor crecimiento económico, las exportaciones de las ETN representaron sólo el 20% del total exportado por Taiwán, el 25% de las de Corea del Sur y el 18% de las de Tailandia.

Finalmente, China realiza el mayor proceso de privatización de empresas estatales de la historia del mundo moderno. El punto de inflexión se logró en el XV Congreso Nacional del Partido Comunista (septiembre de 1997), en que se estableció que la prioridad sería la reestructuración de las empresas estatales y el impulso sistemático de fusiones y adquisiciones con capitales privados, nacionales o extranjeros. Fue la respuesta a la crisis financiera del sudeste asiático (julio-agosto de 1997). La conclusión que extrajeron de la crisis fue que la globalización no sólo era irreversible, sino que se aceleraba. La actual conducción del partido y del Estado (presidente Hu Jintao y premier Wen Jiabao) optó por las empresas privadas sobre las estatales. Por ello lanzó la reforma del sistema financiero, hasta ahora volcado a las empresas estatales.

En los próximos cinco años, la inmensa mayoría de las 100.000 empresas públicas chinas serán convertidas en empresas por acciones o, directamente, privatizadas. En noviembre del 2003, el gobierno anunció el cierre de 2500 empresas públicas en cuatro años, con una planta de 5.100.000 empleados. Entre 1994 y 2002 China ha cerrado más de tres mil empresas públicas y despedido, sólo desde 1998, a 28 millones de trabajadores. Además, hay un programa sistemático de fusiones y adquisiciones por el sector privado, nacional o extranjero. Según la Federación China de Industria y Comercio, el 13,9% de las firmas privadas chinas planea participar en los próximos dos años en operaciones de fusión y adquisición de compañías estatales.

Las dos principales empresas estatales de telecomunicaciones (China Telecom y China Unicom) transfirieron en 2003 al sector privado acciones por un valor de más de 35 mil millones de yuanes (4200 millones de dólares).

El programa de privatizaciones se centró ahora en el sistema financiero estatal, ampliamente retrasado con respecto a la economía privada, nacional y extranjera, que es el núcleo del crecimiento económico de los últimos 10 años. El objetivo es lograr que los cuatro grandes bancos estatales (Banco Comercial de China, Banco Agrícola de China, Banco de China y Banco de la Construcción), con activos globales que representan el 56% del total del país, adquieran en un plazo no mayor de cinco años un nivel de eficiencia acorde con los estándares internacionales. Para ello, el gobierno de Pekín asignó 45.000 millones de dólares de las reservas del Banco Central para la conversión de los dos principales en sociedades anónimas. De esta forma, se inició formalmente la conversión al sistema de propiedad accionaria del Banco de China y del Banco de la Construcción de China.

. Nueva Zelanda y Australia negocian sendos acuerdos de libre comercio con China. Ambos países señalan que no existe una definición aceptada sobre lo que es una economía de mercado y que por eso hay que analizar específicamente el caso chino. Sostienen que China reúne las características esenciales de una economía de mercado y que como tal debe ser considerada. Según Nueva Zelanda, China, ha venido disminuyendo sistemáticamente los controles del Estado sobre la economía. Con este conjunto de elementos, la condición de "economía de transición" y no "de mercado" parecería más aplicable a ciertos países europeos (Francia o Alemania, por ejemplo) que a China, volcada al capitalismo y a la globalización.

El autor es presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Jorge Castro , 09/08/2004

 

 

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