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LA CRISIS ECONOMICA ARGENTINA: CAUSAS Y REMEDIOS |
Jim Saxton (representante por Nueva Jersey), Vicepresidente Comité Económico Conjunto Congreso de los Estados Unidos de América Viene de |
LA CRISIS ECONOMICA ARGENTINA: CAUSAS Y REMEDIOS
En el año 2002 la economía argentina sufrió la culminación de una decadencia económica que comenzó a fines de 1998. En la Tabla 1 pueden leerse algunas estadísticas de la crisis argentina; crisis muy inusual en tanto que coincidió con un crecimiento a nivel mundial que si bien fue leve, no fue una recesión, ni mucho menos una depresión. La comprensión de lo ocurrido en Argentina puede ayudar a prevenir, o paliar crisis financieras futuras. El presente artículo describe la crisis reciente; analiza lo que podría hacer Argentina para acelerar su recuperación; y examina la repercusión de esta crisis en la "arquitectura financiera internacional" y en la política de los EE.UU. para mejorar dicha arquitectura. Este artículo es el resumen de un estudio completo que se encuentra disponible en el sitio de Internet de la oficina del Vicepresidente del Comité Económico Conjunto.[1]
I LOS ANTECEDENTES DE LA CRISIS
La turbulenta historia económica argentina. Argentina tiene un pasado de problemas crónicos en los órdenes económico, monetario y político. Luego de independizarse de España en una guerra iniciada en 1810, las provincias argentinas lucharon entre ellas durante muchos años, y no hubo un gobierno nacional estable hasta 1862. Hasta fines del siglo XIX las provincias y el gobierno nacional financiaban con frecuencia su déficit presupuestario mediante la emisión de moneda, dando como resultado una inflación persistente y un bajo crecimiento económico.
A fines del siglo XIX y principios del siglo XX la Argentina experimentó un rápido crecimiento económico basado en el aumento de exportaciones de carne y trigo a Europa, que se hizo posible gracias a la nueva tecnología de ferrocarriles y barcos frigoríficos. Durante la década de 1930, cuando algunos países importantes discriminaron las exportaciones argentinas, el país respondió modificando su política por la de "sustitución de importaciones" -una economía muy cerrada, basada en el autoabastecimiento, con tarifas altas y un reglamentarismo estatal excesivo. Esto dio como resultado un crecimiento bajo e inflación frecuente, típicamente en el orden de los tres dígitos desde 1975 en adelante.
Las reformas económicas de los '90. En 1989 Carlos Menem asumió la presidencia. Luego de algunos titubeos, adoptó una política de libre mercado que redujo la carga del gobierno al privatizar, desregular, reducir tasas de impuestos, y reformar el estado. El eje de la política de Menem fue la Ley de Convertibilidad, efectiva el 1º de abril de 1991[2], que puso fin a la hiperinflación estableciendo una convertibilidad (tipo de cambio fijo) entre el peso y el dólar estadounidense, y respaldando el dinero emitido por el banco central mayoritariamente con dólares. La tasa inicial de cambio era de 10.000 australes argentinos por dólar. El 1º de enero de 1992 el peso reemplazó al austral siendo 1 peso = 10.000 australes = US$1.[3] La inflación cayó en picada del 2.315 por ciento anual en 1990, al 4 por ciento en 1994.
Las reformas argentinas fueron más rápidas y profundas que en ningún país de la época fuera del ex-bloque comunista. El PBI real creció más de un 10 por ciento anual en 1991 y 1992, pasando luego a una tasa más normal, algo inferior al 6 por ciento en 1993 y 1994.
Tabla 1. Una instantánea de la crisis (1998 - 2002) en estadísticas.
· El producto bruto interno (PBI) real cayó un 28% desde su máximo (1998) hasta la depresión (2002).
· La moneda argentina, el peso, equivalente a US$1 desde abril de 1991, se devaluó en enero de 2002, depreciándose hasta casi 4 por dólar antes de su recuperación parcial
· La inflación, baja o negativa desde principios de los '90, fue del 41% en 2002.
· El desempleo, sin contar las personas incluidas en planes de emergencia del estado, aumentó del 12,4% en 1998 al 18,3% en 2001, y al 23,6% en 2002.
· La tasa de pobreza creció del 25,9% en 1998 al 38,3% en 2001, y al 57,5% en 2002.
· En términos reales (es decir, con el ajuste por la inflación), los salarios cayeron un 23,7% en 2002.
(Argentina sufrió una recesión en 1995 como efecto secundario de la crisis Mejicana). El rasgo más negativo del período fue el incremento de la tasa de desempleo. De 1989 a 1999 la cantidad de puestos de trabajo creció tan rápido como la población, pero la cantidad de gente que quería trabajar creció aún más. Las inflexibles leyes laborales y los altos impuestos sobre el empleo formal, que aún siguen en vigencia, retrasaron la creación de puestos de trabajo de la economía emergente, por lo cual algunos desempleados comenzaron a trabajar en la extensa economía informal, más flexible pero más precaria.
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Jim Saxton , 07/03/2004 |
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