Japón se abre y transnacionaliza mediante la inversión en China .

 


Artículo publicado en El Cronista el pasado 19 de noviembre.
Por Jorge Castro*

El traslado masivo de la producción industrial japonesa a China, especialmente en el sector de la tecnológica de la información es el fenómeno central de la globalización en el Asia-Pacífico, la clave, junto con la explosión de productividad en Estados Unidos, de una nueva fase del proceso de acumulación capitalista mundial.

La economía japonesa creció 3.9% en el segundo trimestre del año y 2.2% en el tercero, y lleva siete trimestres consecutivos de incremento del PBI. También el índice Nikkei creció 30% entre abril y agosto, por encima del Standard & Poor en igual periodo.

Dos son los elementos que explican la recuperación japonesa. Uno es la menor deflación: en el primer trimestre del año la caída del nivel general de precios fue 3.5%, en comparación con el mismo período del 2002. Pero en el segundo trimestre la caída fue sólo 2.1%.

Esta disminución es el resultado no previsto de la política del Banco Central de Japón (BCJ) de compra masiva de dólares en el mercado internacional para evitar la apreciación del yen y mantenerlo en el nivel de 1 U$S = 118/120 yenes. Ocurre que la emisión masiva de yenes, que es su contrapartida, no ha sido acompañada por la emisión de bonos para absorberla y esterilizarla. De ese modo, la base monetaria se ha ampliado considerablemente generando condiciones para una reversión parcial y provisoria, pero efectiva, de la deflación.

El BCJ compró 75.000 millones de dólares entre enero y junio del 2003, mientras que en todo el 2002 adquirió 65.000 millones. Sólo en mayo de este año compró 30.000 millones de dólares en títulos del Tesoro estadounidense.

El resultado es que las reservas internacionales de Japón han alcanzado los 626.000 millones de dólares y ocupan, en los últimos 46 meses, el primer lugar en el mundo.

El segundo elemento que explica la recuperación económica del país es el crecimiento de las exportaciones, en especial las dirigidas a China/Asia-Pacífico. Las exportaciones japonesas a China crecieron 49.6% en los primeros 6 meses del año y llegaron a 25.800 millones dólares, mientras que en igual periodo las importaciones de ese origen aumentaron 24% y treparon hasta los 34.700 millones de dólares. El año pasado las exportaciones a China aumentaron 28.2%, mientras que las importaciones crecieron por cuarto año consecutivo, hasta alcanzar los 69.690 millones de dólares. El dato crucial es que la alta tecnología es el sector de más rápido crecimiento de las importaciones provenientes de China.

El comercio bilateral chino-nipón crece constantemente desde hace cuatro años. Este notable crecimiento se vincula de manera directa con la producción de las plantas industriales japonesas en China, que genera, a su vez, una creciente demanda de bienes de capital e intermedios. En suma, las empresas japonesas, como las de Taiwán y Corea del Sur, están trasladando gran parte de sus líneas de producción a China continental y desde allí reexportan a Japón, y al resto del mundo.

El principal rubro que Japón importa este año desde China es el de maquinarias, por encima incluso de los textiles; y el 65% de esas maquinarias son equipos de alta tecnología, que en un año aumentaron 29%. China superó ya a Estados Unidos como principal proveedor de productos de alta tecnología a Japón.

En el período previo a los últimos tres años, antes del ingreso a la OMC, las empresas niponas transferían su producción a China por los bajos costos de la mano de obra. Ahora, en cambio, el traslado de las empresas japonesas es el resultado de una nueva división internacional del trabajo en el sector de vanguardia del capitalismo avanzado, que es la tecnología de la información.

Por eso la industria japonesa instalada en el continente no tiene como objetivo central vender su producción en el mercado chino, sino reexportar al mundo y ante todo al propio Japón. De ahí que el principal rubro de exportación sean bienes de capital e intermedios: en 1995 eran 22% y ahora son el 39%. La modificación más importante es el extraordinario aumento del porcentaje de maquinarias, bienes de capital y equipos en el total de las exportaciones de Japón a China, Las empresas niponas instaladas en China venden el 34% de su producción en el mercado interno, 34% en Japón y 32% a terceros países (EEUU y Europa, principalmente).

En términos globales, la transnacionalización creciente de la economía japonesa a través de China se manifiesta en los siguientes datos: en el primer trimestre del año las exportaciones japonesas crecieron 13.9%, pero las que se dirigen a EEUU, y representan el 27.1% del total, cayeron 0.3%. En igual periodo, en cambio, las exportaciones a China crecieron 47%, acompañadas de un crecimiento generalizado de las ventas en Asia.

Por primera vez en los últimos treinta años, Japón abre e integra su economía al proceso de globalización del sistema capitalista a través del traslado masivo de la producción industrial a China, especialmente en el sector de vanguardia de la alta tecnología del procesamiento de la información. Es el fenómeno central de la globalización en Asia-Pacífico, la clave, en este año 2003, junto con la explosión de productividad de los Estados Unidos, de una nueva fase del proceso de acumulación capitalista mundial.

*Presidente. Instituto de Planeamiento Estratégico
Jorge Castro , 26/11/2003

 

 

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