La cumbre Lula - Bush y la nueva configuración del poder mundial .

 


Artículo publicado en el diario "La Nación" el pasado lunes 21 de julio.
Por Jorge Castro*

Asistimos a un punto de inflexión y a una reconfiguración del sistema de poder mundial. Esta reconfiguración no sólo incluye a la dimensión de la seguridad. También se manifiesta en la aceleración del proceso de globalización económica. La cumbre realizada el 20 de junio en Washington entre los presidentes George W. Bush y Luis Ignacio Lula Da Silva es parte sustancial de este proceso de integración generalizado, fortalecido por la decisión conjunta de ambos mandatarios de poner en funcionamiento el ALCA en un plazo de 18 meses.

El encuentro es la tercera cumbre entre ambos presidentes en menos de seis meses. La agenda bilateral entre Washington y Brasilia excede de lejos el terreno económico. El presidente Lula, en la conferencia de prensa que brindó luego de la cumbre, definió al ALCA como una empresa esencialmente política, realizada en alianza estratégica por Brasil y los Estados Unidos. Esta alianza, además, asume responsabilidades no sólo regionales sino también de alcance global, referidas especialmente al terrorismo transnacional y a los procesos de paz de Medio Oriente. También asume como responsabilidad la situación del África subsahariana. Y, lo que es más importante en el escenario regional, incluye un replanteo de la situación de seguridad en América del Sur, con obvia referencia a Colombia.

El acuerdo pleno entre Brasil y Estados Unidos fija un nuevo punto de partida en la política hemisférica. A partir de ahora, las negociaciones orientadas hacia la conformación del ALCA entran en una fase de notoria aceleración. No cabe ninguna duda razonable acerca de que la zona americana de libre comercio habrá de entrar efectivamente en funcionamiento el 1° de enero del 2005, tal cual fuera acordado en la cumbre presidencial de Miami de 1994. Además, Brasil dejó de lado la pretensión, insinuada dos meses atrás, de atrasar por dos años el cronograma del ALCA y acepta la proposición norteamericana de derivar la cuestión de los subsidios internos a la producción agrícola y los regímenes antidumping a la OMC. Según el canciller brasileño, Celso Amorin, Brasil prefiere concentrarse en un "ALCA posible", que concilie de manera más productiva los objetivos necesariamente diferenciados de los 34 países participantes.

En la cumbre, se trató en particular la situación colombiana. Un acontecimiento mayor en esta aceleración de la integración en el plano de la seguridad es el "memorando de entendimiento" firmado por los ministros de defensa de Brasil y Colombia. El documento incluye importantes compromisos de cooperación en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Al mismo tiempo que Lula se reunía con Bush en Washington, Brasil ponía en marcha la "Operación Timbó", vasto operativo militar destinado a incrementar el control en las zonas limítrofes con Colombia y Perú.

El mundo post-Irak

La guerra en Irak representa un punto de inflexión para el sistema de poder mundial. Sus manifestaciones son, en primer lugar, la resolución 1483 del Consejo de Seguridad del 22 de mayo de este año, que recibió el voto favorable de 14 de los 15 miembros del consejo, ningún voto en contra, uno ausente, y éste (Siria), con posterioridad, manifestó su respaldo a los términos de la resolución.

La resolución contiene tres elementos fundamentales. El primero, reconoce como autoridad de Irak a las fuerzas militares de ocupación de Estados Unidos y Gran Bretaña. El segundo, levanta la totalidad de los embargos de tipo comercial existentes sobre Irak desde 1991 y permite la libre oferta del petróleo iraquí en el mercado mundial. Por último, hace un llamado a todos los países miembros de la ONU para que contribuyan a la reconstrucción institucional de Irak y al reestablecimiento de su seguridad interna.

Otra importante manifestación de este punto de inflexión es la nueva estrategia de seguridad aprobada en forma unánime el 21 de junio en la Cumbre de la Unión Europea (UE) en Salónica. La nueva doctrina europea identifica las amenazas a la seguridad global: el terrorismo transnacional, la proliferación de armas de destrucción masiva y los "estados parias". El documento, elaborado por Javier Solana, señala que el riesgo principal en términos estratégicos es la posibilidad de que las redes del terrorismo transnacionales adquieran armas de destrucción masiva, químicas, nucleares o bacteriológicas.

La nueva estrategia de seguridad de la UE coloca en primer plano la doctrina de las intervenciones preventivas, tras constatar la irrelevancia de la disuasión. En suma, una coincidencia plena, hasta en sus detalles, con la estrategia de seguridad formulada por Bush desde septiembre del 2002.

Mientras se acelera el proceso de integración mundial en el plano de la seguridad internacional, lo mismo sucede con la integración económica. Este año, con el patrocinio de los Estados Unidos, Rusia inicia el proceso de incorporación a la OMC. En el 2004 se incorporaran 10 países a la Unión Europea. En la reunión que tuvo lugar hace tres semanas en Jordania, entre Bush, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y el premier palestino, Mahmoud Abbas, la mediación norteamericana en el proceso de paz, fue acompañada por una propuesta para establecer una "zona de libre comercio" con el Medio Oriente en su conjunto, que tendrá ejecución entre el 2007 y el 2013.

En definitiva, está en ejecución una nueva agenda política mundial en la doble dimensión de la seguridad internacional y de la integración económica. Surgió un nuevo sistema de poder mundial distinto al unipolar de 1991. En ese momento, el sistema bipolar se hundió por la autodisolución de la Unión Soviética. Pero, en el período que ahora es posible caracterizar como de transición, y que duró hasta el 11 de septiembre de 2001, la única superpotencia que quedó en pie, Estados Unidos, asumió la defensa del statu-quo internacional por la restricción que le imponía su opinión pública en lo que se refiere a las intervenciones militares en el exterior.

El 11 de septiembre puso término a la transición de la posguerra fría. La diferencia entre el momento actual y el unipolar (1991) no se refiere a la estructura material de la hiperpotencia norteamericana. Sí a la modificación de fondo experimentada por su opinión pública, último resorte de decisión de su sistema político. El sistema norteamericano llegó a un nuevo consenso nacional: tras el 11 de septiembre, Estados Unidos no puede garantizar su seguridad interior más que estableciendo en el mundo un nuevo sistema de seguridad global. Es lo que está en marcha. Por eso, éste no es un "momento unipolar", sino una etapa de primacía norteamericana con consenso internacional, destinado a establecer un sistema de seguridad global. Ocurre, en suma, el paso de la globalización económica de los últimos 20 años a una globalización de carácter político en el que se establecen las bases político-institucionales de una sociedad mundial en el terreno constitutivo de toda estructura de poder político, cualquiera sea su alcance espacial, que es siempre la seguridad.

*Presidente. Instituto de Planeamiento Estratégico.

Jorge Castro , 28/07/2003

 

 

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