|
Inundaciones en la Pámpa Húmeda . |
Solución a las inundaciones de las cuencas de la Laguna La Picasa y del Río Salado sin costo para el Estado Nacional . |
El Problema
La cuenca de la laguna La Picasa abarca aproximadamente 550.000 Has ubicándose 210.000 Has en Santa Fé, 250.000 Has en Córdoba y 90.000 Has en Buenos Aires. La población es del orden de 100.000 habitantes. Esta laguna representa una cuenca cerrada sin salida a ríos o al Mar. Las tierras son excelentes para la agricultura y la ganadería, se destaca la producción de soja con rindes de 30 a 50 quintales por hectárea.
La cuenca del Río Salado posee aproximadamente 170.000 Kilómetros cuadrados (más de la mitad de la superficie de la Provincia de Buenos Aires), una población de 1.300.000 habitantes (censo de 1991) y es responsable del 25 al 30 % de la producción Argentina de granos y carne.
Se puede subdividir para su mejor estudio en la Región Noroeste (zona A subzonas A1, A2, A3, A4 del plano adjunto) de 66.000 kilómetros cuadrados; Región Salado - Vallimanca - Las Flores (zona B subzonas B1, B2, B3, B4 del plano adjunto) de 99.000 kilómetros cuadrados y la zona de las Encadenadas del Oeste (zona C del plano adjunto) de 11.000 kilómetros cuadrados.
A partir de la década del 70 se han incrementado fuertemente las lluvias sobre la zona. Por ejemplo en la zona de la laguna La Picasa se paso de 900 mm promedio de lluvia anual a :
Septiembre 1997 hasta Agosto 1998 - 1400 mm;
Septiembre 1998 hasta Agosto 1999 - 1200 mm;
Septiembre 1999 hasta Agosto 2001 - 2000 mm.
Este hecho provocó inundaciones, el anegamiento de numerosos campos y un fuerte ascenso de la napa freática. Se puede evaluar rápidamente la magnitud del problema observando estas imágenes de la cuenca del Río Salado.
Los daños causados son enormes entre los cuales se destacan :
Inundación de campos. 6.854.000 de hectáreas de tierra productiva requieren alivio de anegamiento en la cuenca del Río Salado. La superficie de la laguna la Picasa pasó de menos de 5000 hectáreas a aproximadamente 60.000 hectáreas llegando a cota 105 metros sobre el nivel del mar lo que dificulta el drenaje de los campos de la cuenca.
Dificultades de acceso a campos no anegados por haber quedado como islas.
Fuertes restricciones a la operación de máquinas agrícolas por suba de napa freática (falta de piso).
Destrucción de caminos rurales y de obras de infraestructura que dificultan el transporte de la cosecha.
En Ruta Nacional No. 7 que vincula a la pampa húmeda con la región del Pacífico, se tienen niveles del orden de los 2 m de agua y el tránsito se halla interrumpido desde Marzo de 1999, en el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, se tienen del orden de 2 m de agua por encima de los rieles y la empresa, para garantizar la conexión Buenos Aires - Mendoza - Chile, debe afrontar el costo del alquiler de vías alternativas en algunos tramos (zona de la laguna la Picasa).
Desnutrición y mortandad de animales.
Destrucción de alambrados y otras mejoras en los campos.
Perdida de recaudación impositiva.
Daños y necesidad de realizar terraplenes de protección en ciudades entre ellas Olavarría, Tandil, Azul, Pehuajó, Cañada Seca, Carhué y Guaminí en Buenos Aires, Rufino y Aarón Castellanos en Santa Fé, Melo, Rosales, Leguizamón y Laboulaye en Córdoba, etc.
Retracción de la inversión, desánimo de los productores.
Las obras realizadas hasta la fecha para mejorar la capacidad de evacuación de agua del Río Salado, de sus canales aliviadores y de la laguna La Picasa han sido notoriamente insuficientes y la responsabilidad de la lucha contra los elementos naturales ha recaído en los municipios, en grupos de productores y en algunos casos en productores aislados los que al no tener ninguna posibilidad de evacuar los excedentes al mar a través de ríos o de canales principales con capacidad adecuada en algunos casos han solucionado los problemas de los campos aguas arriba provocando daños importantes aguas abajo.
La falta de obras de control (compuertas) adecuadas de este tipo de canales, provoca que los daños aguas abajo una vez terminado los trabajos no se puedan evitar, lo cual esta generando una gran resistencia de los productores a que se construyan canales cerca de sus campos. Asimismo siendo una de las características de la zona su baja pendiente cualquier pequeño terraplén que se construya puede impedir la entrada del agua a un campo, provocando que la misma fluya a través de los campos vecinos.
Los inconvenientes y controversias provocados por estas obras, algunas veces informales, otras decididamente clandestinas, tienden a incrementarse en el futuro, la crisis de la construcción produce que cada vez haya más máquinas excavadoras en las zonas afectadas ofreciendo sus servicios a los propietarios (cobran entre 2 y 4 $ por metro cúbico de tierra removida).
Debido a la desconfianza provocada por el default, la pesificación asimétrica, el robo a los ahorristas y la ruptura de los contratos para este tipo de obras no existe crédito, debiéndose pagar al contado, lo que reduce fuertemente la magnitud de las mismas.
Un caso arquetipo de este desperdicio de recursos se presento cuando la Provincia de Santa Fé realizó obras con un costo de $ 4.000.000 para bajar el nivel de la laguna la Picasa descargando excedentes al Río Salado, los cuales fueron detenidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación ante una presentación de la Provincia de Buenos Aires.
La ausencia de una respuesta efectiva de los poderes públicos al tema de las inundaciones esta produciendo un creciente caos en el tejido social de las zonas afectadas.
Estudios realizados
En septiembre de 1997 se celebró el contrato para el - Estudio para un Plan Maestro Integral para el Control de Inundaciones, Desarrollo de los Recursos Hídricos, Mejora de las Condiciones Económicas y Preservación de los Valores Medio Ambientales en la Cuenca del Río Salado - entre la Unidad Ejecutora Provincial del Programa de Saneamiento Financiero y Desarrollo Económico de las Provincias Argentinas que coordina el Ministerio del Interior de la Nación por una parte y la firma Sir William Halcrow & Partners Ltd.
El seguimiento de los trabajos lo realizó el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires - Unidad Proyectos Río Salado.
La Propuesta Ejecutiva Fase I fue entregada en marzo del 2000. En la página 7 del informe se aconseja :
"En vista de las elecciones presidenciales programadas para octubre de 1999, y en el contexto de la mayor incertidumbre suscitada por las circunstancias adversas que imperan actualmente a escala internacional, es crucial mantener las políticas macroeconómicas disciplinadas y estrictas aplicadas en los últimos años, seguir avanzando en el mejoramiento de las finanzas públicas (especialmente a través de un drástico recorte del gasto público y una mayor recaudación impositiva), en el fortalecimiento del sistema financiero (privatización de bancos y ampliación de la escala operativa de cada uno de ellos), en el mejoramiento de la competitividad (vía adopción de nueva tecnología, especialmente después de la devaluación de la moneda brasileña) y en la profundización de las reformas estructurales. "
En lo referente estrictamente al tema de las inundaciones de la cuenca del Río Salado el informe propone una serie de obras incluyendo :
Proyectos varios de control de inundaciones y mejoras al drenaje.
Proyectos de manejo hídrico a nivel predial.
Proyectos para protección contra inundaciones en centros urbanos.
Proyectos de mejoras en caminos rurales.
El costo total de los trabajos es en la Región Noroeste (zona A subzonas A1, A2, A3, A4 del plano adjunto) de $ 863.000.000 de noviembre de 1999; Región Salado - Vallimanca - Las Flores (zona B subzonas B1, B2, B3, B4 del plano adjunto) de $ 406.000.000 de noviembre de 1999 y la zona de las Encadenadas del Oeste (zona C del plano adjunto) de $ 561.000.000 de noviembre de 1999.
El análisis económico da una tasa interna de retorno promedio del 13,4 % para todas las regiones y llega al 16 % para la región Noroeste (A) y Región Salado - Vallimanca - Las Flores (B).
Esquema de los trabajos
En base al informe mencionado se realizaron pliegos de licitación para las primeras obras pero los respectivos llamados fueron primero postergados y después anulados por problemas económicos.
Para la zona de la Cuenca de la Picasa, el incremento de la capacidad de recepción y evacuación que producirán en el Río Salado las obras propuestas permitirá reducir y/o anular la necesidad del proyecto de trasvase de cuenca de 15 metros cúbicos por segundo desde la Laguna la Picasa hasta el Río Paraná a través del arroyo Pavón, que con un costo aproximado de $ 100.000.000 está manejando la Provincia de Santa Fé al no poder evacuar el agua por el río Salado.
Quid de la cuestión
Los estudios realizados tanto en la Cuenca del río Salado como en la cuenca de la Picasa muestran alternativas técnica y económicamente válidas para mitigar fuertemente el efecto de las inundaciones en la Pampa Húmeda Argentina.
La parálisis de las obras se deben a los problemas económicos que sufre actualmente la República Argentina ( que se hubieran evitado de haberse tomado en cuenta los consejos del informe de la Consultora de marzo de 2000 precitado).
La magnitud de estas obras requiere para su concreción que las partes contratantes tengan confianza en el mantenimiento de las reglas de juego, única forma de posibilitar créditos e inversiones a largo plazo, por lo que difícilmente se puedan concretar los trabajos mientras persista el actual estado de incertidumbre en la economía Argentina.
Por lo tanto el principal tema a resolver es ¿cómo se financian las obras dado que el estado esta en default?
¿Quién debe pagar los trabajos?
En ríos de alta energía de escurrimiento (como el Paraná por ejemplo) las inundaciones de campos se producen debido a lluvias producidas a miles de kilómetros del lugar; mientras que en las Cuencas del Salado y la Picasa las inundaciones se producen por lluvias caídas en los campos aledaños.
Además si bien 6.854.000 de hectáreas de tierra productiva requieren alivio de anegamiento en la cuenca del Río Salado, los daños abarcan a la totalidad de las tierras de la cuenca que totalizan aproximadamente 170.000 kilómetros cuadrados. Hay que tener en cuenta también que debido a la baja pendiente del terreno el mapa de las tierras anegadas varía de acuerdo al último canal o terraplén (formal, informal o clandestino) realizado.
Hacer recaer en los propietarios de los campos total o parcialmente anegados el costo de las obras significa una total injusticia, porque implica admitir que los campos altos junto con el agua de lluvia que le descargan le transfieren también el costo de llevarla en forma segura hacia el mar sin causar daños aguas abajo. Esta posibilidad además de injusta sería ilusoria porque los dueños de los campos anegados tienen seriamente restringida su capacidad de pago mientras no se le solucione el problema.
La solución más justa es que los trabajos sean afrontados por :
Todos los propietarios de campos de la cuenca o subcuenca afectada en relación al número de hectáreas que posea a través de una Tasa en concepto de servicios de drenaje que para ser factible no debería superar los 10 $ por hectárea por año.
El Estado aportaría solamente una cantidad igual al aumento de recaudación impositiva que los trabajos produzcan de forma tal que su resultado neto de ingresos y egresos sea 0.
Las ciudades deberán afrontar los costos de las defensas urbanas.
Es imprescindible tener el apoyo de los organismos multilaterales de crédito, no solo porque permitiría acelerar las obras sino también porque la intervención de un Ente Supranacional dará mayor previsibilidad y seguridad de cumplimiento de los compromisos asumidos por todas las partes intervinientes.
De acuerdo a estimaciones realizadas, se puede mitigar fuertemente el efecto de las inundaciones con una tasa anual en concepto de servicios de drenaje no mayor de $ 10 por hectárea por año en la mayoría de las tierras productivas que abarcan las cuencas del Río Salado y La laguna La Picasa.
Por ejemplo en la cuenca del Río Salado Región Noroeste (zona A subzonas A1, A2, A3, A4 del plano adjunto) de 66.000 kilómetros cuadrados y la Región Salado - Vallimanca - Las Flores (zona B subzonas B1, B2, B3 , B4 del plano adjunto) de 99.000 kilómetros cuadrados el costo total de los trabajos es de $ 1.276.000.000 de pesos de noviembre de 1999 lo que da un costo total de obras por hectárea productiva de aproximadamente $ 85 / hectárea . Para estas zonas la merma en recaudación anual de impuestos nacionales y provinciales fue estimada por la consultora en el orden de $ 60.000.000 de noviembre de 1999 y el costo de las defensas urbanas (que serán afrontadas por las ciudades) es de aproximadamente $ 50.000.000 de noviembre de 1999. Aún considerando imprevistos las cuentas parecen cerrar.
Conclusión
Si, y solamente si, a partir del 25 de mayo próximo la Argentina pasara a contar con un gobierno capaz de recrear las condiciones de confianza y seguridad jurídica imperantes hace poco más de 3 años será posible realizar las obras de mitigación de crecidas en la Cuenca del Río Salado y la Laguna La Picasa aún sin costo para el Estado, mediante el aporte de todos los productores de la Cuenca de una tasa por servicios de drenaje de aguas no mayor a 10 $ por hectárea por año.
Alejandro María Albanese (*), José María Canciani(**).
(*) Ingeniero Civil, Ex gerente de Estructuras y Arquitectura de Agua y Energía, Ex Subgerente de Abastecimientos de Eseba.
(**) Ingeniero Civil, Ex Jefe de la División Estructuras de Agua y Energía.
Bibliografía.
ACCIONES Y PROYECTOS EN LAGUNA LA PICASA - Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación .
CAUSAS Y DAÑOS DE LOS ANEGAMIENTOS EN LA CUENCA DE LA LAGUNA LA PICASA Y ACCIONES ENCARADAS DESDE EL PODER EJECUTIVO PROVINCIAL - Ministerio de Obras, Servicios Públicos y Vivienda - Santa Fe.
PLAN MAESTRO INTEGRAL CUENCA DEL RIO SALADO INFORME FINAL - AGROPARLAMENTO -
|
Alejandro María Albanese , José María Canciani , 10/03/2003 |
|
|