SI SU AMIGO NO SE PRESENTA, CUENTO CON SU VOTO...

 

La política es un mundo de realidades y, por lo tanto de opciones. Un estudio realizado por Manuel Mora y Araujo arroja interesantes conclusiones acerca de la posible evolución de las actuales tendencias electorales.
Cuenta en sus memorias Benjamín Disraeli que, en medio de una de sus tantas campañas electorales, tropezó con un ciudadano británico que lo increpó diciendo : "yo, antes de votar por usted, voto por el diablo". A lo que el gran estadista británico, tomándolo por el brazo, le respondió : " bueno, pero si su amigo no se presenta, cuento con su voto...".

La política es un mundo de realidades y, por lo tanto, también de opciones. Puede gustar o no, pero en definitiva siempre se elige entre posibilidades concretas. De allí que ese enigma que desvela hoy a tantos sociólogos y politólogos acerca de la aparente indefinición que en materia de intención de voto manifiesta en las encuestas una amplia franja del electorado argentino tenga que cruzarse, en términos de interpretación política, con los interesantes datos que arroja el sondeo de opinión realizado por Manuel Mora y Araujo, de donde surge que la inmensa mayoría de los encuestados coincide en señalar que el gobierno de Carlos Menem marcó la mejor época económica de la historia argentina.

Un aspecto particularmente interesante de este relevamiento es que esa opinión favorable se torna mucho más abrumadoramente positiva en dos segmentos poblacionales perfectamente definidos: los jóvenes de entre veinte y treinta años, que han aprendido este año a valorar la estabilidad monetaria, en contraposición con una situación de inestabilidad e incertidumbre que no habían conocido hasta ahora, y los sectores socialmente más desprotegidos, que constituyen la base histórica del peronismo.

En este contexto, emerge con mayor claridad el por qué de la notoria, creciente y casi obsesiva preocupación que invade a importantes sectores del gobierno y a algunos periodistas de nota en relación a la posibilidad cierta de un triunfo de Menem en los comicios presidenciales, victoria que por otra parte ya se descuenta en la convocada "interna" partidaria del justicialismo, a pesar de que las cifras de las encuestas electorales le otorguen todavía una ventaja extremadamente modesta como para considerarla una tendencia en ascenso de carácter irreversible.

El tema es que, a esta altura de los acontecimientos políticos, establecido ya el espectro de opciones en materia de candidaturas presidenciales, resulta altamente probable que una ancha franja de la opinión pública empiece a escuchar la voz de Disraeli y a decidir su voto no en términos de deseos más o menos abstractos sino de posibilidades concretas y entre alternativas reales. En ese sentido, el estudio de Mora y Araujo constituye una señal significativa de hacia dónde tenderá a volcarse un sector mayoritario del amplio porcentaje de argentinos que en las encuestas aún aparece como electoralmente indefinido.
Jorge Castro , 09/12/2002

 

 

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