JUGANDO CON FUEGO

 

Los acontecimientos revelan que el acuerdo de "doce puntos" suscripto por gobernadores y líderes parlamentarios en la residencia de Olivos el lunes pasado en nada modifica las condiciones de la negociación con el Fondo Monetario Internacional.
Los voceros del FMI y los propios funcionarios oficiales no tardaron más de 48 horas en relativizar la incidencia concreta de dicho acuerdo en el curso de las tratativas, cuyo trámite se encuentra HOY virtualmente paralizado, como resultado de una situación de incertidumbre política que, muy lejos de atenuarse, parece haberse incrementado sensiblemente en los últimos días.

La única consecuencia práctica de este acuerdo de Olivos será entonces la postergación del cronograma electoral y la suspensión de la vigencia de la ley de internas abiertas, obligatorias y simultáneas. Esto implica abrir la posibilidad legal para que el Congreso Nacional del Partido Justicialista pueda revocar la convocatoria a elecciones internas e introducir alguna variante que posibilite que los actuales precandidatos presidenciales peronistas concurran directamente a las elecciones generales, en la suposición de que ese mecanismo debilitaría la chance de Carlos Menem.

Más que un cambio en las reglas de juego dentro del peronismo, nos encontramos frente a una virtual ausencia de reglas de juego. Como a nadie le cabe virtualmente ninguna duda de que el próximo presidente constitucional surgirá de la resolución de la disputa interna del justicialismo, la alternativa de suspensión de las elecciones internas impulsada desde el gobierno introduce un factor adicional de incertidumbre, tanto interna como externa, en el escenario institucional.

Esta indefinición genera una profundización de la crisis de confianza nacional e internacional sobre el presente y el futuro de la Argentina. En este contexto, el muy mal llamado "veranito económico", cuya insustentatibilidad está fuera de discusión, puede tener un repentino y abrupto final, incluso mucho antes de lo esperado. El gobierno está jugando con fuego. Y el fuego quema.

Pascual Albanese , 22/11/2002

 

 

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