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| Argentina: Aislamiento externo o reinserción internacional. (Tercera Parte) |
| Texto de las exposiciones de Pascual Albanese y Jorge Castro en la reunión del centro de reflexión política Segundo Centenario, el 6 de agosto de 2002. |
| En este panorama de organizaciones internacionales políticas, que hacen al proceso de internacionalización política que acompaña al proceso de globalización económica, hay un detalle que conviene tener en cuenta y es que mientras la Internacional Socialista es un bloque claramente definido, en cambio tanto la Internacional Demócrata Cristiana como la IDU tienen una cantidad de socios comunes, esto es, de fuerzas políticas que adhieren simultáneamente, en mayor o menos medida, a ambas organizaciones internacionales. Tal vez el caso paradigmático, por la trascendencia que tiene, es el Partido Popular Español: el jefe de gobierno de España, José María Aznar, es al mismo tiempo presidente de la Internacional Demócrata Cristiana y uno de los vicepresidentes de la IDU. Pero no es el único caso: el Reagrupamiento para la República (RPR), que es el partido del presidente de Francia, Jacques Chirac, está vinculado también simultáneamente a las dos organizaciones internacionales referidas, tanto a la IDU como a la Internacional Demócrata Cristiana. Lo mismo ocurre con Forza Italia, el Partido de Silvio Berlusconi. Esto quiere decir que, en realidad, si bien la Internacional Socialista configura a nivel político internacional un polo claramente definido, las otras internacionales tiene entre sí múltiples vasos comunicantes. Más aún, dentro del Parlamento Europeo, que es en realidad la fórmula de asociación y de internacionalización política más avanzada que se puede hoy concebir en el mundo, porque es un parlamento continental elegido por el voto directo de las poblaciones de cada uno de los países que lo conforman, existe lo que se llama el Partido Popular Europeo, que es un bloque integrado por la totalidad de los partidos políticos europeos que están en la Internacional Demócrata Cristiana o en la IDU. Es decir, en este organismo internacional parlamentario del viejo continente ambas internacionales no socialdemócratas actúan como una sola unidad política. Todo esto tiene su réplica, su reflejo, en América Latina y, por supuesto, en Argentina. En América Latina, la Internacional Socialista cuenta con una organización regional, que en términos históricos estuvo volcada un poquitito más a la izquierda que su casa matriz europea y que ahora tiene como fuerza política más importante en su seno al Partido de los Trabajadores - PT - de Brasil, que encabeza Lula. A su vez, la Internacional Demócrata Cristiana se expresa en América Latina a través de la Organización Demócrata Cristiana de América Latina - ODCA-, en la cual tradicionalmente gravitaron la democracia cristiana chilena y el COPEI, un partido democristiano venezolano virtualmente extinguido en los últimos años. Esto significa que entre los partidos tradicionales demócrata cristianos de América Latina, en la organización regional de la democracia cristiana el único que tiene verdadera gravitación es la democracia cristiana chilena, que también ha perdido peso relativo en Chile, habida cuenta que la democracia cristiana chilena es en la actualidad el socio menor de una coalición que encabeza precisamente el presidente socialista Ricardo Lagos. En esta Organización Demócrata Cristiana de América figuran, en cambio, una cantidad de fuerzas políticas de incorporación más reciente, que tienen mucho más peso político en el continente que los viejos partidos demócrata cristiano. Entre ellos figura, por ejemplo, el Partido del Frente Liberal - PFL - del Brasil y, en nuestro caso, el Partido Justicialista. Por su parte, la IDU, esta internacional encabezada por los republicanos norteamericanos, carece de una filial continental en sentido estricto pero actúa en estrecha vinculación con otra organización latinoamericana, que es la Unión de Partidos Latinoamericanos, la UPLA, a la cual pertenecen entre otras dos importantes fuerzas políticas chilenas, la Unión Democrática Independiente y Renovación Nacional, que integran la coalición opositora que tiene como líder al actual Alcalde de Santiago, Joaquín Lavin. El Partido Justicialista también forma parte de la UPLA. Esto que ocurre en el mundo y que ocurre en América Latina, se expresa también mucho más concretamente en la política argentina de hoy. Porque la Internacional Socialista de hoy es la Unión Cívica Radical, por una decisión que tomó en su momento Raúl Alfonsín, y el Partido Socialista en sus diferentes manifestaciones, hoy nucleadas en torno al ARI que encabeza Elisa Carrió. La Internacional Demócrata Cristiana en Argentina está claramente expresada por el Partido Justicialista y en el caso específico de la IDU, no hace falta recordarlo, el Partido Justicialista pasó a ser miembro pleno de la IDU en junio de este año, a partir de la visita a Washington de Carlos Menem. Y aquí volvemos al principio, la contienda política argentina, que tiene como divisoria de aguas fundamental la opción entre aislamiento interno o reinserción internacional, la contradicción principal en términos de Mao Tse Tung. Curiosamente de alguna manera estos alineamientos políticos internacionales se reproducen en la batalla política concreta que tiene hoy por delante la Argentina alrededor de las elecciones presidenciales que se avecinan. Porque más allá de las múltiples especulaciones que puedan hacerse en torno a candidaturas, en cuanto a frentes, en cuanto a internas partidarias, lo cierto es que, sea de entrada o eventualmente y muy eventualmente habría que decir, en una segunda vuelta, la Argentina política se encamina hacia una opción entre dos grandes coaliciones de fuerzas que en realidad cada una de ellas responde a distintas concepciones y criterios de cómo encarar este punto central que es la reinserción del país. Creo que en este caso no resulta necesario extremar demasiado la imaginación para ver de qué lado está ubicado hoy la mejor defensa del interés nacional de la Argentina. Cuarta Parte |
| Segundo Centenario , 29/08/2002 |
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