Dos formas de ser global.

 

Peter Hakim, el presidente del Diálogo Interamericano - un instituto de Washington -, describió en un artículo para "Foreign Affairs" semejanzas y diferencias en las formas de integración de México y Brasil en la sociedad mundial. Estos son sus principales conceptos.
Por primera vez en su historia, los dos gigantes de América Latina, Brasil y México, aspiran a desempeñar papeles internacionales significativos. Resulta notable, sin embargo, cuán distintos son los caminos que eligió cada uno para alcanzar ese objetivo. México ha unido su futuro a Estados Unidos, abriendo casi completamente su economía al comercio exterior y a la inversión extranjera; Brasil, en cambio, mantiene relativamente cerrada su economía e intenta desarrollar un liderazgo independiente en América del Sur, y en algunas cuestiones Estados Unidos lo ve como un oponente.

En las decisiones de México influyó claramente el hecho de que está ubicado junto a la nación más rica y poderosa del planeta. La perspectiva del mundo que tiene Brasil, país del tamaño de un continente, rodeado de 10 vecinos más pequeños que él y situado a más de 3.000 kilómetros de Estados Unidos, es bastante diferente. Y sin embargo, hasta hace muy poco, era México el que protegía con más celo su independencia respecto de Estados Unidos.

... A pesar de sus similitudes, México y Brasil han buscado alcanzar sus metas internacionales de forma muy distinta.México hizo del comercio exterior el motor de su economía. De 1990 a 2000, sus exportaciones se catapultaron de 45.000 millones de dólares por año a 165.000 millones de la misma moneda, a una impresionante tasa de 15 % anual. Y no sólo se cuadruplicaron, al punto que ahora representan un tercio de su PBI, sino que, además, su composición se modificó drásticamente. Las manufacturas llegan ahora a casi 90 % de las ventas externas del país, el doble que hace diez años. México representa casi la mitad del comercio exterior de América Latina. Sólo siete países en el mundo exportan más.

La economía brasileña, en cambio, sigue siendo relativamente insular. El ritmo de crecimiento de las exportaciones brasileñas durante la última década fue menor que un tercio del ritmo de las mexicanas, pasando de 32.000 millones a 58.000 millones de dólares. Según una de las medidas de la apertura económica (la relación entre exportaciones y PBI), mientras México se ubica actualmente en segundo lugar entre las 12 mayores economías del mundo, Brasil califica en el último, aunque no lejos de Estados Unidos, India y Japón. Junto con su vecino Argentina, Brasil es también la economía menos abierta de América Latina. Las exportaciones representan menos del 10 % del PBI de Brasil, número que apenas se modificó durante la última década. Además, en claro contraste con México, la participación de la industria en las exportaciones brasileñas se ha mantenido sin cambios en aproximadamente la mitad de las exportaciones totales.

Brasil, sin embargo, no es una economía tradicionalmente cerrada. El país dio pasos importantes des 1994 para eliminar las barreras globales al comercio y la inversión. Los aranceles se recortaron a un cuarto de lo que fueron hace unos12 años. La inversión extranjera directa (IEDA) aumentó de menos de 2.000 millones de dólares a principios de los años noventa a más de 30.000 millones de dólares en 2.000; en los últimos cinco años los flujos de IED dirigidos a Brasil sumaron en promedio más de tres veces los que llegaron a México. Brasil está también en busca de acuerdos de libre comercio con diversas naciones, y el presidente fernando Henrique Cardoso declaró en agosto de 2001 que la supervivencia de la economía brasileña dependía de la expansión de sus exportaciones. Sin ambargo, el comercio brasileño no se acercará a los estándares mexicanos en el corto plazo.

La importancia que México ha dado al comercio externo responde a una estrategia deliberada mediante la cual busca parear su economía a la de Estados Unidos. Esta estrategia se puso en movimiento en 1990, cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari se dio cuenta de que ni Europa ni Japón harían mucho por fortalecer sus lazos económicos con México. Salinas y sus asesores llegaron a la conclusión de que la mejor apuesta de México era enlazar su economía con la de Estados Unidos, y propusieron a la Administración de Bush padre un acuerdo de libre comercio entre ambas naciones...


En el mundo

La política exterior mexicana no se concentra exclusivamente en las relaciones con Estados Unidos. El presidente Fox y su ministro deRelaciones Exteriores Jorge Castaneda han impulsado un nuevo papel internacional para su país. Apoyándose en los estrechos lazos comerciales con Estados Unidos, trataron de que México pasara a funcionar como puente entre América del Norte y América del Sur.

...Brasil, en cambio, lleva adelante una política exterior mucho más autónoma y diversificada. La relación bilateral más importante de Brasil podría ser también con Estados Unidos, pero en su caso resulta mucho menos absorbente y limitadora que en el de México. Menos de un cuarto del comercio de Brasil es con Estados Unidos, más o menos lo mismo que con Europa. Además, el intercambio con Estados Unidos representa sólo 2 % del PBI de Brasil, mientras el de México llega a cerca de 30 %.

Brasil ha adoptado una posición más activa y firme en los asuntos regionales y globales, especialmente desde que Cardoso asumió el poder en 1995. En algunos asuntos, Brasil ha intentado funcionar como contrapeso de Estados Unidos. A veces, ha dado la impresión de querer establecer un polo de poder sudamericano en el hemisferio occidental. Estas nuevas ambiciones internacionales se hicieron evidentes cuando Cardoso convocó en Brasilia, en septiembre de 2000, la primera cumbre de la historia de presidentes de América del Sur. El encuentro puso de relieve el interés brasileño en la integración sudamericana. Según indica la lógica, un grupo más unificado de naciones en ese subcontinente tendría mayor peso en las negociaciones globales y hemisféricas, con lo que aumentaría la influencia internacional de Brasil y se fortalecería su poder de negociación con Estados Unidos y otros países claves....El Mercosyr, unión aduanera establecida en 1991 en la que confluyen Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, ha formado el núcleo de esta estrategia.

...El comercio es la mayor fuente de desacuerdo entre Estados Unidos y Brasil. En la cumbre del comercio occidental celebrada en abril de 2001 en Quebec, Cardoso presentó sin cortapisas las condiciones en las cuales Brasil se uniría al ALCA. Mcuhas de ellas se refieren a temas controvertidos que Estados Unidos quiere mantener fuera de la mesa de negociaciones, como limitar las medidas antidumping y los subsidios que restrinen las importaciones brasileñas de acero, soja y jugo de naranja. Según Rubens Barbosa, embajador de Brasil en Washington, las conversaciones para llevar adelante al ALCA podrían tener éxito, pero sólo si Estados Unidos estuviera dispuesto a negociar estas cuestiones con seriedad. México puede haber sido el primer país latinoamericano en establecer acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, pero Brasil bien podría ser el que lo obligara a modificar sus planes para un acuerdo de libre comercio hemisférico. Además de las fricciones comerciales, Estados Unidos y Brasil chocaron durante muchos años por temas como el fraude electoral en perú y la política de Estados Unidos en Colombia...Pero Brasil no es en modo alguno un adversario de Estados Unidos...Washington sabe que Estados Unidos no puede alcanzar muchos de sus objetivos en el hemisferio occidental sin el concurso de Brasil.


Grandes ideas

La política y las ideas también han sido de importancia en relación con las políticas exteriores de estos dos países. La decisión de México de enlazar su futuro a Estados Unidos representó un cambio notable para un país que ha luchado mucho por separarse de su poderoso aliado del norte. Pero un hecho importante permanece idéntico: Estados Unidos sigue siendo la referencia central para la economía y la política exterior de México. Y aunque muchos de los principios y objetivos centrales de la política internacional mexicana se han modificado, el país no ha abandonado su línea rectora. Las autoridades continúan dirigiendo su atención de manera casi excluyente hacia Washington. La geografía determina dónde concentra México su atención, pero no cómo.

...El enfoque brasileño de las relaciones exteriores es muy diferente. Sus diplomáticos, políticos y analistas hablan y escriben sobre Brasil en términos de potencia continental. Luego de recordar su tamaño y población, sostienen que Brasil debería contarse entre los gigantes del mundo, junto con Estados Unidos, Rusia, China e India. Y en efecto, antes de ser nombrado ministro del Exterior hace un año, Celso Lafer sostenía que los intereses de Brasil y de esos otros "países monstruo" (término acuñado por el diplomático estadounidense George Kennan) estaban más allá de cuestiones y resultados específicos. Han hecho una apuesta de proporciones - y por lo tanto deberían tener una influencia de proporciones - en el manejo de los asuntos globales. Desde esta perspectiva de sí mismo, no es sorprendente que Brasil haya previsto una agenda internacional mucho más diversa que la de México, que busque un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, o que se considere el líder natural de América del Sur...


Costos y beneficios

México tuvo más éxito de lo que la gran mayoría esperaba en su doble objetivo: su economía ahora está unida a la de Estados Unidos y ampliamente abierta al comercio exterior y a la inversión. México se ha vuelto el segundo socio comercial de Estados Unidos y pronto podrá disputar el primer lugar a Canadá. Las exportaciones se despararon en forma espectacular y actualmente son los fundamentos de la economía nacional. Sólo Brasil y China, entr los países en desarrollo, atrajeron más inversión externa.

...Brasil intenta dar forma a una agenda de política exterior más ambiciosa que la de México. Por eso le resultará mucho más difícil alcanzar sus objetivos internacionales...Además, Brasil no puede eludir el hecho de que comparte el mismo hemisferio con Estados Unidos. La atracción gravitacional del prodigioso mercado estadounidense empequeñece los esfuerzos brasileños para establecer acuerdos comerciales con el resto de América Latina. Una vez recibida la invitación para comenzar conversaciones de libre comercio, por ejemplo, chile perdió interés en participar plenamente en el Mercosur.

...El liderazgo brasileño enfrenta, además, otro obstáculo. La mayoría de los países latinoamericanos todavía considera con cautela la posibilidad de impulsar sus intereses externos de manera conjunta. En particular, cada uno ha hecho una apuesta importante en su relación con Estasdos Unidos, y todos quieren representar sus propios intereses.
Peter Hakim , 31/05/2002

 

 

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