Según la revisión de este año del Big Mac Index de "The Economist", el peso argentino es la moneda más subvaluada. Y, en consecuencia, en nuestro país se puede comer el conocido sanguche de hamburguesa al precio más barato del mundo. |
Concebido hace dieciséis años como una guía para conocer si las monedas están en su nivel "correcto", el Big Mac Index del prestigioso semanario inglés está basado en la teoría de la paridad del poder adquisitivo ('purchasing-power parity', PPP). Conforme a ésta, en el largo plazo los tipos de cambio deberían moverse hacia niveles que deberían igualar los precios de una canasta idéntica de bienes y servicios.
La "canasta" de "The Economist" está compuesta de un solo producto: el Big Mac de Mc Donald, que es vendido en 120 países. La PPP del Big Mac es el tipo de cambio que debería hacer que las hamburguesas cuesten lo mismo en los Estados Unidos que en cualquier otro lugar. La comparación entre los tipos corrientes señala si una moneda está sub o sobrevaluada.
Después de la masiva devaluación, el Big Mac más barato puede comerse en la Argentina por dos pesos con cincuenta que, al tipo de cambio del 23 de abril pasado (fecha del relevamiento de "The Economist") representaban sólo 78 centavos de dólar. El más caro está en Suiza: us$ 3,81. De acuerdo con esta medida, el peso argentino es la moneda más subvaluada (- 68 %) y el franco suizo la más sobrevaluada (+ 53 %).
Otras apreciaciones internacionales que calcula la Big Mac PPP muestran, por ejemplo, que el yen japonés está subvaluado un 19% y que el euro está subvaluado sólo el 5 %, mucho menos de lo que muchos economistas proclaman. A su vez, la euro área puede tener una sola moneda, pero los precios varían con amplitud: Desde los 2,15 euros en Grecia hasta los 2,95 euros en Francia, aunque el rango se ha reducido desde el año pasado.
Sobre todo, a la luz del Big Mac Index, el dólar ahora se muestra más sobrevaluado contra el promedio de las otras monedas principales que en cualquier otro momento de la vida del índice de "The Economist".
La revista del Reino Unido es la primera en reconocer que el Big Mac Index es una canasta imperfecta, "en la que no se cuenta la mostaza": las hamburguesas no pueden ser comercializadas a través de las fronteras, los precios pueden estar distorsionados por los impuestos, diferentes márgenes de ganancia o diferencias en el costo de los bienes y servicios no transables, como los alquileres.
Pero también subraya sus aciertos. Por ejemplo, el Big Mac Index sugirió en 1999 que el euro ya estaba sobrevaluado desde su lanzamiento, cuando casi todos los economistas predecían que deberá subir. Sin embargo, las monedas pueden desviarse de la PPP por largos períodos. A comienzos de la década de los 90, el índice Big Mac señaló repetidamente que el dólar estaba subvaluado, pero continuó deslizándose durante varios años antes de resurgir. Los últimos números sugieren que, tarde o temprano, el poderoso dólar caería. |
Agenda Estratégica , 03/05/2002 |
|
|