Ayuda a la Argentina: No todos piensan lo mismo.

 

El 6 de marzo, el diario "Clarín" tituló "Remes: con lo que hicimos ya cumplimos con el FMI". La visión de Peter Hakim, el presidente del Inter-American Dialogue, publicada 24 horas antes en "The Washington Post", afirma prácticamente lo contrario, al igual que un análisis de Caballero y Dornbusch en el "Financial Times".
Mientras que el ministro de Economía Jorge Remes Lenicov considera que el gobierno ya ha cumplido con los requerimientos del FMI (según "Clarín", su enumeración incluía "la aprobación del presupuesto, el acuerdo con las provincias, la aplicación de retenciones a las exportaciones, la devaluación y la liberación del precio del dólar"), en "The Washington Post" Peter Hakim, el presidente del influyente 'think-tank' Inter-American Dialogue, ponía su firma para avalar que, en la capital de los Estados Unidos, no se piensa precisamente eso.

"La Argentina está en un caos económico. Sus bancos están quebrados, sobreviviendo porque no pagan a sus depositantes. Su gobierno federal y los gobiernos de sus estados no pueden pagar a sus empleados y proveedores; los pagos de la deuda externa están suspendidos; la actividad económica ha reducido su velocidad hasta arrastrase; el desempleo está alcanzando el 30 % y los sistemas de salud y educación de la nación están siendo destruidos", describe Hakim.

En la columna de "The Washington Post" se admite que "se ha formado un amplio consenso - compartido por analistas económicos de todas las franjas políticas - que, para resolver su crisis, la Argentina requerirá sustancial apoyo externo del Fondo Monetario Internacional y de otras fuentes. El gobierno de los Estados Unidos y el FMI - el cual no tomará decisiones sin el consentimiento de Washington - han puesto en claro, sin embargo, que no se otorgará ayuda hasta que el gobierno argentino produzca un programa coherente para una recuperación económica sostenible".

"En realidad - añade Hakim - se está formando otro consenso: que el gobierno de Duhalde no estará en capacidad, por sí solo, en cualquier situación, de construir y ejecutar un programa económico viable. El gobierno no tiene ahora, y parece incapaz de galvanizar, el suficiente apoyo político para alcanzar la magnitud de las medidas requeridas para revivir la economía de la Argentina".

Entonces, el titular del Inter-American Dialogue enuncia dos posibles caminos:

(a) El gobierno de los Estados Unidos y el FMI tienen que reconsiderar su posición (la Argentina no conseguirá ni un centavo sin un programa económico en marcha).

(b) La Argentina se hundirá en una crisis más profunda y más peligrosa. Algunos analistas están ahora pronosticando una hiperinflación devastadora. Nadie sabe donde terminarán las políticas del país, pero está creciendo la preocupación de que los 25 años de gobierno democrático de la Argentina pueden estar en juego.

Frente a ellas, la propuesta de Hakim opta por una nueva versión de la ya difundida tesis del "protectorado internacional", impulsada por los economistas Rudi Dornsbusch y Ricardo Caballero: "La administración (estadounidense), en tándem con el FMI, debería proveer al gobierno argentino con una clara y precisa declaración de los elementos esenciales de un programa que los Estados Unidos podría apoyar. Si el gobierno argentino acepta ésta como la base correcta para avanzar, los Estados Unidos deberían, junto con el FMI y el gobierno argentino, desarrollar un programa de políticas de despegue y comprometerse a asegurar las contribuciones necesarias de las instituciones financieras internacionales, los países del G-7 y los inversores privados".

"Todo esto podría no funcionar, admite Hakim, pero sin el liderazgo y el compromiso intenso de los Estados Unidos parecería que el gobierno argentino permanecerá inmovilizado".

Finalmente, un análisis de la edición de hoy del "Financial Times" , cuyo título es "No puede confiarse en la Argentina" ('Argentine cannot be trusted'), compara a la situación nacional con las economías europeas al principio de las década del 20, cuando, en varias de ellas, se desataron hiperinflaciones.

Para el artículo que firman Ricardo Caballero y Rudiger Dornsbuch (ambos profesores de economía en el Massachusetts Institute of Technology, "cualquier programa plausible de reconstrucción debe construirse alrededor de tres puntos:


Primero, debe reconocerse que una solución llevará al menos una década, no unos pocos años. La economía productiva de Argentina, su crédito y sus instituciones han sido destruídas.

... Segundo, porque la organización política de la Argentina ha sido sobrepasada, temporariamente debe someter su soberanía en todos los temas financieros.

...Por último, el resto del mundo debe proveer apoyo financiero. Pero debe hacerlo sólo sobre la aceptación de la Argentina de una reforma radical y del control directo y la supervisión del exterior del gasto fiscal, la impresión de moneda y la administración tributaria".
Agenda Estratégica , 08/03/2002

 

 

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