No todas las provincias son iguales.

 

La calificadora Standard & Poor's difundió ayer un detallado comentario que implica esta tesis: los acuerdos Nación-provincias son difíciles de alcanzar porque cada una de las provincias tiene una situación fiscal y financiera específica.
"Es necesaria una reforma del sector público en Argentina, y esta reforma es probablemente más urgente en los gobiernos provinciales que en cualquier otro nivel de gobierno", afirma Standard & Poor's en su trabajo "Acuerdos provinciales en Argentina: ¿Por qué son tan difíciles de alcanzar?", difundido por internet al caer la tarde del 28 de febrero.

"Más allá del ajuste del gobierno federal, la atención internacional, guiada fundamentalmente por el FMI, se ha trasladado a la situación fiscal de las provincias", agrega el informe. Las dos causas para que esto suceda, dice S & P, son de origen institucional. La inconsistencia consiste en que, aunque dependan de hecho del gobierno federal por la mayor parte de sus ingresos, son independientes económica y financieramente de acuerdo con la Constitución Argentina. La segunda, en el fondo, deriva de la primera: "La emisión de 'moneda provincial', un fenómeno relativamente nuevo,... complica la evaluación del desempeño fiscal de las provincias..... Aunque es difícil de cuantificar, el dinero provincial se estima en alrededor de $ 4.300 millones mientras que los pesos en circulación representan alrededor de $ 12.200 millones".

Este precario equilibrio fiscal de las provincias se ha agravado incluso en las que menos dependían, proporcionalmente, de la coparticipación federal. El descenso de la capacidad recaudatoria de tributos del Estado nacional provocó incumplimientos del monto fijo garantizado a las provincias - "el piso" del reparto, acordado en los inicios del gobierno de la Alianza - que datan desde julio del año pasado, acentuándose en los últimos dos meses. A su vez, estas jurisdicciones (básicamente la provincia y la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fé) han visto reducirse sus ingresos tributarios propios a un ritmo aún más veloz que el de la Nación.

El mayor déficit

"Es importante recordar también - subraya la calificadora internacional de riesgo - que aproximadamente el 50 % del déficit pertenece a una sola provincia, Buenos Aires. Aun cuando la provincia de Buenos Aires es la mayor de la Argentina, representando poco más del 30 % de todos los presupuestos provinciales, su déficit es aún desproporcionadamente elevado".

El trabajo de S & P está basado en las cifras de cierre del año 2000, las últimas disponibles. Las provincias con superávit fiscal con respecto a sus ingresos totales fueron San Luis, Santiago del Estero, la ciudad de Buenos Aires, Tierra del Fuego y Corrientes, en ese orden. Los mayores déficit son los que cargan - también en orden porcentual - las provincias de Buenos Aires, San Juan y Chaco.

Por su parte, el peso de la deuda como porción de los ingresos totales alcanza sus mínimos en las jurisdicciones San Luis, La Pampa, ciudad de Buenos Aires, Santa Cruz, Santa Fe y Santiago del Estero. Las máximas relaciones porcentuales de estos dos parámetros recaen sobre Formosa, Río Negro y Chaco.

"La flexibilidad del gasto durante un período de depresión económica es en general acotada - supone Standard & Poor's.... Los gastos del gobierno federal se canalizan fundamentalmente hacia la seguridad social ... y la deuda pública. Las provincias, a su vez, dedican una gran parte de sus presupuestos a educación y salud, mientras que los pagos de interés no son realmente significativos. Es por este motivo que se dice en la Argentina que el gobierno federal está a cargo de la población de más edad mientras que las provincias lo están de los más jóvenes".

En cuanto al acuerdo firmado entre la Nación y casi todas las provincias "no hubo modificaciones estructurales significativas en la relación Nación-Provincias...Un acuerdo más amplio con las provincias, uno que incluya cambios estructurales, tendrá que esperar. ... Una modificación en el modo en que se generan los ingresos - seguramente con un incremento en la participación de los ingresos propios en relación a transferencias federales - no puede aislarse de otros temas concernientes al federalismo fiscal".

"La reformulación del sistema - finaliza la empresa analista - debe ser diseñada como un contrato permanente. Un sistema exitoso no puede estar sujeto a modificaciones de circunstancias de la coyuntura ni de presiones políticas. La pregunta de por qué es tan difícil alcanzar acuerdos provinciales es probablemente el modo equivocado de analizar el problema. El problema, valga la redundancia, es tener la necesidad de acuerdos provinciales. Un contrato consensuado y permanente evitaría estos problemas... A su vez, un nuevo sistema necesita de un nivel de consenso entre los participantes que, como se ve demostrado por la realidad, es difícil de alcanzar en la Argentina. La necesidad de reemplazar la ley de coparticipación vigente fue enfatizada incluso durante la reforma constitucional de 1994 y, sin embargo, nada ocurrió desde entonces".
Agenda Estratégica , 01/03/2002

 

 

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