El dólar se devalúa por el vigor de la economía estadounidense.

 



En el tercer trimestre se produjo en EE.UU. un aumento récord del flujo de capitales provenientes del exterior. Hay un vuelco masivo de la liquidez mundial hacia el mercado norteamericano.

El dólar está en su menor valor histórico frente al euro: ha perdido 50% de su valor desde 1998. Nunca el dólar canadiense tuvo un nivel tan alto frente a su contraparte norteamericana como en el momento actual; lo mismo sucede con el dólar australiano; y la libra esterlina cruzó el umbral de 1 a 2 con la divisa estadounidense.
Al mismo tiempo, el rendimiento de los títulos del Tesoro norteamericano a 10 años cayó a menos de 4% anual (3.9%) en los últimos 30 días. Es el resultado de un extraordinario incremento de la demanda por esos títulos de referencia, que son sinónimo de liquidez en dólares.
Más del 60% (66% en 2006) de los títulos del Tesoro norteamericano a 10, 20 y 30 son comprados por agentes económicos de afuera de Estados Unidos, en su mayor parte Bancos Centrales de los países asiáticos, el primero de ellos, el de la República Popular China.
El Banco Central de Beijing posee (cifras de agosto 2007) un total de reservas que asciende a 1.46 trillones de dólares, y se estima que superará 1.5 trillones al terminar el año. Esa cifra, prácticamente en su totalidad, está en dólares estadounidenses o títulos del Tesoro norteamericano.
Es el resultado de un superávit comercial que trepará a 250.000 millones de dólares al concluir 2007; y también es consecuencia de un superávit de cuenta corriente que ascendería a 11% del PBI al terminar el año (330.000 millones de dólares). El superávit chino fue 2.4% del PBI en 2002 y 9.5% en 2006.
Si se le suma al saldo de cuenta corriente, el flujo neto de inversión extranjera directa (IED), que el año pasado alcanzó a 78.000 millones de dólares, la balanza básica de pagos de la República Popular China ascendería al concluir el año a 14% del PBI.
Esto convierte a China en la principal exportadora de capitales del mundo; y dirige prácticamente la totalidad de ese extraordinario torrente de liquidez al mercado norteamericano.
Por eso es cada vez mayor la demanda de títulos del Tesoro estadounidense, y aumenta sostenidamente el ingreso de dólares proveniente del exterior.
En el tercer trimestre de este año, la economía de Estados Unidos creció 4.9% anual, de acuerdo a la segunda estimación (revisada), dada a conocer por el Departamento de Comercio el 25 de noviembre de este año. Ha crecido más de 1 punto con respecto al segundo trimestre (3.8% anual), y 4 puntos por encima del primer trimestre (0.6% anual).
El auge de la economía estadounidense en el tercer trimestre de este año responde fundamentalmente al incremento de las exportaciones, que aumentaron un excepcional 18.9%; más que se duplicaron en relación al segundo trimestre (+7.5%).
Entre julio y septiembre, el dato decisivo de la economía norteamericana no fue el aumento del producto ni el auge de las exportaciones, sino un incremento excepcional de la productividad, que trepó 6.3%, el nivel más alto desde el tercer trimestre de 2003, según el Departamento de Trabajo. En este tercer trimestre, el producto nacional bruto (GNP), que incluye el ingreso neto de fondos líquidos provenientes del resto del mundo, aumentó 5.6%, debido a un aumento récord en el flujo de capitales provenientes del exterior, que alcanzó 20.600 millones de dólares, frente a un incremento de sólo 5.800 millones en los 3 meses previos. Por eso, el PBI norteamericano, medido en dólares corrientes, aumentó 5.9% (198.500 millones de dólares) en este tercer trimestre, y asciende ahora a 13.967 trillones de dólares (32% del PBI mundial).
Esto sucede cuando las pérdidas provocadas por las caídas de los valores bursátiles del negocio inmobiliario y la industria de la construcción ascienden, estimativamente, a 300.000 millones de dólares; y cuando, también, la divisa estadounidense ha perdido 50% de su valor frente al euro y las demás monedas occidentales.
En estas condiciones, el nivel de rentabilidad de empresas norteamericanas o de las transnacionales radicadas en Estados Unidos, ha aumentado 20% en el último año, y está hoy en su mayor nivel histórico de los últimos 75 años. No hay tarea más ardua que intentar responder a la pregunta de por qué el dólar se devalúa. Una primera aproximación, quizás, es advertir que se debe al vigor cada vez mayor (aumento del producto, auge de las exportaciones, salto de la productividad) de la economía norteamericana.

Publicado en EL CRONISTA el 6/12/07
Jorge Castro , 16/12/2007

 

 

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