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Desafíos para la Argentina en la - Era Verde - |
Es indudable que los biocombustibles representan una enorme oportunidad para la Argentina, de la mano de la creciente demanda mundial por energías 'verdes' alternativas al petróleo. De acuerdo a estimaciones de la Organización Mundial de la Alimentación (FAO), la demanda mundial por biocombustibles de todo tipo aumentaría más de un 170% en los próximos tres años, motorizada por una mayor conciencia ambiental, preocupaciones de seguridad energética y requerimientos de mezcla en el combustible automotor en un número creciente de países. |
La Argentina está ubicada en un lugar inmejorable para poder aprovechar esta nueva 'Era Verde' que se avecina. Cuenta ya con un cluster de la soja y el aceite que está entre los más eficientes del mundo, y con un patrón de consumo de combustibles que es altamente dependiente del gasoil, lo cual facilitaría la adopción doméstica de mezclas con el biodiesel para el uso automotor. A su vez, la recientemente aprobada Ley de Biocombustibles podría sumar el incentivo de una creciente demanda interna a partir de 2010. De hecho, sumadas las plantas en funcionamiento, en evaluación y en construcción, la oferta argentina de biodiesel ya comienza a ser realidad, pudiendo alcanzar muy pronto una producción anual de 1.4 millones de toneladas, incluyendo la presencia de las principales empresas nacionales e internacionales del sector.
Sin embargo, la oportunidad para la Argentina que abre la 'era verde' no se materializará en toda su extensión sin una agenda integral de políticas públicas. A tal efecto, es preciso perfeccionar el marco de incentivos legal y tributario existente para disminuir la incertidumbre y el riesgo inversor, particularmente para incentivar el desarrollo e investigación en cultivos más energía y medioambiente eficientes. También es necesario fortalecer la coordinación entre distintas agencias y niveles de gobierno, a fin de maximizar las oportunidades de desarrollo para las economías regionales, sobretodo vinculadas al desarrollo de cultivos alternativos y la ganadería. Además, será importante lograr mecanismos eficaces de asignación para las exenciones fiscales que prevé la ley. Quizá aún más importante, será crucial integrar a los biocombustibles dentro de una estrategia de desarrollo sustentable y de largo plazo que tenga en cuenta no sólo sus impactos económicos, sino también sus posibles efectos medioambientales, sociales y energéticos.
Finalmente, los biocombustibles deben ser integrados dentro de una estrategia de participación activa en las negociaciones internacionales de acceso a mercados y diseño de los estándares ambientales y de calidad que ya están dando forma al incipiente mercado internacional de las bioenergías. En esta estrategia será, a su vez, fundamental el desarrollo de una asociación estratégica con Brasil, ya instalado como uno de los grandes jugadores de los biocombustibles del siglo XXI.
Marco de incentivos estable y transparente, visión de largo plazo y una vigorosa acción en el campo de las negociaciones internacionales son algunos de los ejes posibles para una estrategia orientada a hacer realidad las promesas que abre esta ‘era verde’ de los biocombustibles para la Argentina.
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Lucio Castro , 13/09/2007 |
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