A pesar de que la economía se desacelera
Crece la productividad estadounidense

 


Productividad y trasnacionalización, sinónimos en EEUU.
La economía norteamericana, eje de la infraestructura económica y tecnológica de la globalización
La economía estadounidense se desaceleró casi 3 puntos (2,9%) entre el primer trimestre del 2006 y los primeros tres meses del 2007 (3,5% vs. 0,6% anual). En este periodo, la rentabilidad de las empresas norteamericanas aumentó 20% y está en su mayor nivel de los últimos 70 años.

Es el resultado directo del aumento estructural de la productividad, que creció 3% anual promedio desde el 2000. Incluso en el último año, en que la economía se desaceleró significativamente, la productividad, salvo en el sector del negocio inmobiliario y la industria de la construcción, que experimentó una caída del 16%, ha tenido un incremento de 2,6% en el resto de la actividad económica.

También en estos últimos 12 meses las exportaciones estadounidenses aumentaron 13%, en especial en los rubros bienes de equipo y bienes de capital de alta tecnología. Las exportaciones a China crecieron 26% en el 2006, y este año aumentarían por encima de esa cifra, según indican los datos del primer semestre.

Más del 60% del incremento de la productividad en los Estados Unidos es aumento de la productividad de la totalidad de los factores (PTF), tanto del trabajo como del capital, es decir, es el resultado de la pura innovación. La Reserva Federal y Goldman Sachs estiman que la tendencia al aumento de la productividad estadounidense de los últimos diez años, en que creció un promedio anual de 2,9%, debido a su carácter estructural y no coyuntural, persistirá en la próxima década o quizás más.

Se fundan en que, en la historia del capitalismo norteamericano, todo aumento de la productividad que se despliega cinco años o más tiene características de largo plazo.

Sostienen que el actual ciclo de la innovación estadounidense, tanto en lo que se refiere a las tecnologías del procesamiento de la información, como al avance de las telecomunicaciones, estaría solo en su etapa inicial; y la experiencia de las anteriores revoluciones tecnológicas indica que las nuevas tecnologías despliegan todo su potencial a los veinte o treinta años de haber iniciado el proceso de absorción y despliegue por la totalidad del sistema productivo.

El núcleo del salto estructural de la productividad estadounidense reside en el sector trasnacional de su economía. Las empresas trasnacionales norteamericanas y las trasnacionales del resto del mundo radicadas en EEUU, son responsables de prácticamente la totalidad del aumento de la productividad del trabajo en los últimos diez años. Esta tendencia de fondo se acentúa a partir del 2000, y desde entonces el sector trasnacional representó casi el 100% del incremento de la productividad del trabajo en toda la economía estadounidense, salvo la agrícola.

El boom de productividad norteamericano, en síntesis, es sinónimo de la trasnacionalización de su economía; y esto se suma al hecho de que ya más del 40% del comercio internacional de EEUU es intra-firma. Es el que realizan las empresas trasnacionales dentro de sus redes globales de producción.

Por eso, el boom de productividad estadounidense es al mismo tiempo el núcleo de la infraestructura económica y tecnológica de la globalización de la economía mundial. En estas condiciones, lo decisivo de EEUU en el proceso de globalización no reside ya en su “comercio internacional”; la clave hoy no es el vinculo de la “economía nacional” norteamericana con la economía mundial, sino el hecho de que se ha convertido ya en una economía global, sustento de la infraestructura económica y tecnológica de la fase actual de la globalización, Las empresas trasnacionales norteamericanas radicadas en el exterior vendieron cuatro veces más en el 2006 que el total de las exportaciones estadounidenses en igual periodo.

Estados Unidos, considerado como país individual, recibió el año pasado el 70% del total de los flujos de capital del sistema financiero internacional. La cuestión no es porque EEUU recibe capitales del mundo entero, sino porqué prácticamente la totalidad de los flujos de capital del mundo entero quieren invertir en los Estados Unidos. Es el resultado directo del boom de productividad de los últimos quince años, o, lo que es igual, de la conversión de los Estados Unidos, a través de la mediación de las empresas trasnacionales, en el eje, centro y sustento del capitalismo en su actual fase de globalización.

Publicado en EL CRONISTA el 25/7/07
Jorge Castro , 30/07/2007

 

 

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