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Primacía brasileña frente a Venezuela Brasil actor global |
Esta semana Brasil fue reconocido como “socio estratégico” de la Unión Europea por decisión unánime de sus 27 miembros.
Es el único país latinoamericano en esas condiciones; México y Chile tienen tratados de libre comercio con la UE, pero no han sido reconocidos como “socios estratégicos”. |
La UE tiene acuerdos estratégicos con EEUU, China, Japón, India y Rusia. Sudáfrica inició el año pasado negociaciones para sumarse a este grupo, fundado en el principio de cooptación. Canadá tiene un acuerdo de cooperación con la Unión.
La UE subrayó "el papel cada vez más importante que desempeña Brasil en el escenario internacional, su influencia en la región y los estrechos lazos bilaterales que lo unen con Europa (…) La asociación estratégica permitirá a la UE desarrollar la cooperación en sectores claves como energía, transporte marítimo y desarrollo regional", explicó Benita Ferrero Waldner, comisaría europea de Relaciones Exteriores.
Entre las prioridades establecidas se incluyen las de "trabajar conjuntamente en un sistema más efectivo de Naciones Unidas" y lograr la "integración regional con el MERCOSUR". Se destaca la "determinación conjunta" de concluir en forma exitosa las negociaciones para un acuerdo de libre comercio UE/MERCOSUR.
La UE reconoce a Brasil capacidad de influenciar el rumbo de los acontecimientos mundiales, frente a los numerosos desafíos como el cambio climático, la pobreza, el multilateralismo y los derechos humanos", señaló José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.
La asociación estratégica tiene por objeto “ayudar a Brasil en el ejercicio de su liderazgo a nivel mundial y regional, y a permitirle entablar con la UE un diálogo estratégico, de carácter global (…) Brasil es un líder natural en Sudamérica y un protagonista en América Latina.”
Una de las condiciones que tornan a Brasil un actor global, según la UE, es su calidad de gran productor de biocombustibles, que constituyen, en la visión de la Unión, el gran instrumento estratégico del siglo XXI.
“En el frente político, Brasil se ha convertido en un pilar de la estabilidad sudamericana. Ha sido capaz de enfrentar el problema de la cohesión social, en el marco del sistema político e institucional democrático. Las relaciones de Brasil en América del Sur han estado marcadas por la moderación y el esfuerzo de integración,” precisa la UE.
Tres semanas atrás, Brasil fue invitado a participar de la reunión del G-8 realizada en Alemania, junto con China, India y Sudáfrica; para discutir en conjunto una agenda global: cambio climático, comercio internacional (Ronda de Doha). También, por invitación de la OCDE, Brasil ha iniciado negociaciones para su incorporación al grupo de los 32 países más avanzados del mundo.
Hace tres meses, Lula firmó con Bush un acuerdo estratégico para desarrollar en conjunto una estrategia global de biocombustibles. Tres semanas después de su firma en San Pablo, Lula y 9 de sus ministros fueron recibidos por el presidente Bush y su gabinete en Camp David.
Antes de fin de año, Brasil tendrá el “Investment Grade”, según estimación de las tres principales evaluadoras de riesgo del mundo (Moody´s/Standard & Poors/Fitch).
Las exportaciones brasileñas ascendieron a 137.500 millones de dólares el año pasado; se duplicaron en relación a la etapa 2000-2004 (68.600 millones de dólares), y se triplicaron con respecto al periodo 1994-1999 (48.000 millones). Alcanzarán los 152.000 millones de dólares al concluir 2007, con el Real más apreciado de su historia (2 por dólar).
La conversión de Brasil en un actor global, reconocido y legitimado en ese carácter por los principales centros de poder en el mundo, ha cambiado la relación de fuerzas en América del Sur en los últimos tres meses. El fortalecimiento de Brasil ha estado acompañado por el creciente aislamiento internacional de Venezuela y el auge de la contestación interna al régimen de Hugo Chavez.
La política internacional es un sistema de relación de fuerzas; por eso, la movilidad constante es su rasgo característico. La rivalidad geopolítica entre Brasil y Venezuela por el liderazgo regional en América del Sur se resuelve con la primacía del primero, no en los salones del MERCOSUR en Montevideo y Asunción, sino con la presencia de Lula en Bruselas y Washington.
Publicado en el DIARIO PERFIL el 7 de julio de 2007
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Jorge Castro , 07/07/2007 |
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