Elecciones en Venezuela
Se consolida el poder chavista

 


La totalidad de las encuestas publicadas en Venezuela en las últimas tres semanas prevén un triunfo de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de este domingo, con diferencias que varían entre 8 y 35 puntos sobre su contrincante, Manuel Rosales, ex gobernador del Estado de Zulia, el más rico en petróleo del oeste venezolano.
Desde que Chávez triunfó en diciembre de 1998, el precio del petróleo aumentó de 10 dólares el barril al actual nivel de 61 dólares.
El resultado es que la economía venezolana ha crecido 60% desde entonces, a pesar de la caída experimentada en el 2001 y el 2002 por la huelga de PDVSA (Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima) y el golpe de abril de 2002, con un aumento del producto, del 17.8% en el 2004, 9.3% en el 2005, y 9.6% este año.

Con el nivel de expansión del 2006, Venezuela tendrá 11 trimestres consecutivos en que la tasa de crecimiento ha sido superior al 12% anual.

Así, mientras el producto bruto interno fue de 90.000 millones de dólares en 1998, trepó a los 150.000 millones en el 2006, un nivel semejante al de la Argentina con 38 millones de habitantes, sólo que en un país poblado por 26 millones.

La consecuencia de este extraordinario crecimiento es que el nivel de reservas del Banco Central de Caracas aumentó exponencialmente, hasta alcanzar este año los 36.000 millones de dólares. A esto se agregan otros 15.000 millones de dólares, extraídos de las reservas, con los que el presidente Hugo Chávez ha creado dos fondos para el “desarrollo económico y social”. El total de divisas que dispone Venezuela es, de esta manera, de 51.000 millones de dólares, de lejos la suma más alta, en relación al PBI, de toda América Latina.

Solo uno de estos fondos (FONDEN- Fondo de Estabilización Macroeconómica) cuenta con 17.500 millones de dólares, de los cuales 10.275 millones provienen del Banco Central y 7.180 millones de PDVSA. El FONDEN y el otro fondo dependen exclusivamente del presidente Hugo Chávez.

Es así como el gasto público aumentó 6 veces entre el 2000 y el 2006, al incrementarse de 8.000 millones de dólares entonces, a más de 50.000 millones de dólares ahora.

Cuando Chávez fue elegido en 1998 había 1 millón de empleados públicos en Venezuela; ahora son dos millones. Entonces eran 17 los ministerios del gobierno federal, ahora son 27, a los que hay que sumar 360 entidades autónomas y fundaciones adscriptas a esos ministerios, más unas 400 empresas del Estado, bancos, canales de televisión, y cientos de emisoras de radio.

También dependen presupuestariamente del gobierno federal las 23 gobernaciones y las 335 alcaldías del país.

Casi el 45% del gasto publico (44.6%) está dirigido al gasto social; pero en él, además de la acción directa de los 27 ministerios en este campo, el presidente Chávez dispone de un programa paralelo con 19 “misiones sociales”, que abarcan desde la alfabetización y la formación de cooperativas, a la alimentación popular y el uso de energías alternativas.

Las “misiones sociales”, en los últimos tres años, han absorbido 12.930 millones de dólares, y constituyen una forma de “bypasear” las estructuras burocráticas del Estado, en los términos del presidente Chávez. Son, en suma, un Estado paralelo.

Se desempeñan en ellas la mayor parte de los 22.000 asesores cubanos, (médicos, maestros, asistentes sociales), en lo que constituye la más grande “misión internacionalista” de la Isla desde la intervención en las guerras de África (Angola, Mozambique, Eritrea, Yemen del Sur) en la década del 70.

El crecimiento económico y la política social de Chávez han reducido significativamente la pobreza en los últimos 8 años. Cuando Chávez llegó al poder en 1999 casi el 50% de los venezolanos vivía en la pobreza y el 21% en la indigencia; este año, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), avalados por la CEPAL, la pobreza cayó al 33.9% y la indigencia asciende ahora sólo al 10%.

La base del poder político de Chávez la constituye el respaldo de los sectores populares venezolanos, sobre todo de los más marginados y empobrecidos, con eje en los combativos “barrios” del Gran Caracas.

El otro pilar del poder chavista reside en el ejército de Venezuela, particularmente en la juventud militar. En abril de 2002, cuando Chávez fue detenido durante tres días por los golpistas, los jóvenes oficiales de las unidades paracaidistas de Maracaibo fueron decisivos para volcar la situación a favor del líder bolivariano. Estos tenientes, capitanes y mayores de boina roja están situados incluso a la izquierda de Chávez, en lo que se refiere a la radicalidad de sus posiciones y a la hondura de su antinorteamericanismo.

En el vacío político provocado por el colapso del sistema de los partidos tradicionales (República del “Punto Fijo” – Acción Democrática/COPEI), crece y se consolida el pretorianismo militar de la izquierda radical venezolana, también conocida como “Revolución Bolivariana”, liderada por el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, probablemente reelecto por un periodo de 6 años el día de hoy.
Jorge Castro , 12/04/2006

 

 

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