Biocombustibles: es el gran momento de la caña de azúcar

 


Hasta principios de la década actual, la nafta era el combustible de uso automotor más económico. Los aumentos en el precio del petróleo, producidos a partir del año 2004, modificaron radicalmente la relación de costos relativos entre los hidrocarburos y los combustibles de origen biológico.
Simultáneamente la preocupación sobre el medio ambiente, provoca el uso de un porcentaje creciente de biocombustibles en la mezcla de las naftas, para reducir las emisiones contaminantes. A partir del 11 de septiembre de 2001, se agregó también a todo análisis que sustente una toma de decisiones en materia energética, la dimensión de la seguridad en el suministro. Por estos motivos el consumo de biocombustibles está creciendo exponencialmente en todo el mundo. El etanol, que es el biocombustible que se utiliza para mezclarse con las naftas, se extrae principalmente del maíz o de la caña de azúcar. Hasta hace algunas semanas era un tema de discusión cuál de las dos materias primas era más económica. El incremento del 40% que tuvo recientemente la cotización del maíz en los mercados internacionales zanjó toda duda. Llegó la hora de la caña de azúcar.

La insuficiencia petrolera

El primer shock petrolero, en el año 1973, fue producto de la guerra del Yom Kipur, entre Egipto e Israel. El segundo, a fines de la década del 70, fue producto de la caída del Sha de Persia. El actual incremento de los precios del crudo, no se debe a una crisis internacional, sino al fuerte incremento de la demanda de hidrocarburos.

Nos encontramos en el cuarto año consecutivo de fuerte expansión de la economía mundial, a las tasas más altas de los últimos 30. Estados Unidos y China encabezan esta nueva etapa.

En los últimos tres años, la productividad de la economía estadounidense aumentó a una tasa 3,5% anual, el nivel más alto desde los 60. Este crecimiento, debido a la incorporación sistemática de tecnología, fija el standard más avanzado de la economía mundial.

El otro impulso del crecimiento global es la incorporación de China, India y demás países de Asia Pacífico al mercado mundial. Entre 1978, cuando comenzó el proceso de reformas en China, y el 2005, el producto chino se multiplicó por cinco y su comercio internacional creció 70 veces. En los últimos 28 años, el volumen de las exportaciones chinas creció 17% anual promedio.

Las reservas probadas de petróleo en el mundo ascienden a 39 años de producción, pero no están repartidas uniformemente; los 11 países de la OPEP tienen 74 años de reservas y el resto del mundo, escasos 16.

Aumenta la producción de caña

La incorporación sistemática de tecnología permitió incrementar el rinde de las cosechas. La producción de la caña de azúcar, en los grandes ingenios del NOA, superó en la última zafra 90 toneladas por hectárea, cifra significativamente superior a las 67 toneladas de principios de la década del 90.

Las legislaciones ambientales son cada vez más exigentes, castigando el uso de combustibles que polucionen el medio ambiente. En EE.UU. varios estados, por ejemplo California, adoptaron normas referidas a los combustibles que presentan mayores requisitos que las federales.

Simultáneamente, las mayores reservas de hidrocarburos están situadas en zonas conflictivas del mundo, obligando a los países consumidores a buscar diversificar sus fuentes de energía a fin de asegurar el suministro.

Una oportunidad histórica

Las provincias del NOA, además de presentar clima y suelo aptos para el cultivo de caña de azúcar, tienen una ventaja importante, respecto del mayor productor mundial que es Brasil, para abastecer a la zona de Asia Pacífico. La distancia entre la ciudad de Salta y el puerto de Antofagasta, Chile es de sólo 710 Km. y están unidas por el Ferrocarril Belgrano Cargas, tramo Salta - Socompa y por Ferronor (Chile), tramo Socompa - Antofagasta. El transporte es una componente muy importante del costo de exportación, utilizando puertos de aguas profundas sobre el Océano Pacífico se ahorran 5.000 Km. de flete marítimo.

La tendencia estructural de la época es que el incremento del precio del petróleo es un dato que llegó para quedarse. El crecimiento de la demanda mundial, fundamentalmente asiática, constituye una tendencia estructural que no tiene miras de detenerse.

Los nuevos precios del petróleo, la creciente preocupación por el medio ambiente y la necesidad de diversificar las fuentes de energía abren una gran oportunidad para el desarrollo de plantas de etanol que utilicen como materia prima caña de azúcar. Las ventajas competitivas de suelo, clima y ubicación geográfica que poseen las provincias del norte argentino les proporcionan al respecto, una nueva y extraordinaria oportunidad histórica.

Publicado en EL TRIBUNO de SALTA el 12/11/06
Alejandro Albanese , 11/12/2006

 

 

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